Endodoncia: cuidados antes y después del tratamiento

Uno de los tratamientos más habituales en la disciplina de la odontología es aquel que tiene que ver con la endodoncia, que es el desenlace más común tras sufrir una caries o un traumatismo dental. Pero a pesar de lo frecuente de su práctica, no todos tienen muy claro qué cuidados debemos seguir después del tratamiento. En este artículo vamos a abordar todas estas cuestiones de una manera clara.

En primer lugar, debemos dejar claro que esta técnica, a la que también se conoce como «matar el nervio», implica la extirpación total o parcial de la pulpa dental afectada. De este modo, se deja la raíz limpia y libre de bacterias (responsables del daño a los dientes y a las estructuras periodontales).

Sin duda, estamos ante uno de los métodos más eficaces y seguros, pues es ampliamente utilizado en la odontología. Una simple caries, una fractura o el desgaste dental, entre otras razones, pueden aconsejar su práctica.

Por lo tanto, los dentistas están muy versados en su realización dado que es uno de los tratamientos –como decíamos– más demandados por los pacientes. En concreto, el procedimiento es el siguiente:

1. Radiografía para un correcto diagnóstico.
2. Aplicación de anestesia local para evitar el dolor en el paciente y para que el profesional pueda trabajar con mayor comodidad. Es posible que los odontólogos receten antibióticos y antiinflamatorios antes de la intervención en el caso de encontrarse el área infectada.
3. Se perfora la corona para llegar a la pulpa y así poder extraer el tejido infectado y limpiar los conductos.
4. Cuando al fin ha quedado desinfectada la pulpa, se rellenan y se sellan los conductos con material inerte.
5. Posteriormente, es preciso una reconstrucción dental de gran parte del diente una vez concluida la endodoncia para que recupere su estructura inicial.

Dicho todo esto, no podemos pasar por alto los cuidados que exigen este tipo de intervenciones dentales, que merecen toda nuestra atención para evitar sorpresas:

• Evita masticar chicle, así como alimentos duros, pues corremos el riesgo de que se queden prendidos en el diente.
• Puedes cepillarte los dientes como siempre.
• Evita masticar con el lado de la boca en la que se encuentra la endodoncia, al menos durante los primeros días. Así evitarás posibles sensibilidades y contribuirás al correcto sellado del diente.

En resumen, una endodoncia es un tratamiento con un resultado predecible, cuyo éxito dependerá tanto de la práctica del odontólogo como de tu colaboración en seguir sus indicaciones.