Por qué están en auge las VPN

Las VPN, o redes privadas virtuales (Virtual Private Network), están en auge. Tanto, que las usan incluso los dirigentes políticos que las prohíben o restringen en los países que gobiernan. Estos países están muy lejos de ser democráticos. En ellos, sus poderes públicos quieren tener controlados a sus ciudadanos. Pero en las naciones democráticas son redes plenamente legales.

Por qué están en auge las VPN, como las Surfshark VPN no tiene otra explicación que por su valiosa utilidad. Estas redes privadas virtuales (RPV), conocidas mundialmente por su denominación inglesa “Virtual Private Network” (VPN), sirven para proteger la privacidad de los usuarios en Internet.

Se trata de una herramienta que permite proteger la conexión a la World Wide Web mientras se navega por ella. Oculta la dirección IP, o dirección del Protocolo de Internet, que es una “etiqueta serial” de números, que permite identificar al dispositivo conectado, dónde se encuentra en cada momento, etcétera.

Las VPN encriptan todos estos datos, así como los que cada usuario envía o recibe a través de la web, de tal forma que dichos datos son inaccesibles para aquellos que puedan querer interceptar e identificar esa conexión.

Las usan quienes las prohíben

Las VPN son utilizadas incluso por los dirigentes de los regímenes que las prohíben o las restringen. El ejemplo más reciente lo ha protagonizado el secretario de prensa del Kremlin, Dmitry Peskov, estrecho colaborador del presidente ruso Vladimir Putin, quien ha tenido que reconocer públicamente que las ha utilizado. En su defensa, Peskov ha dicho que cuando él las utilizaba no estaban prohibidas en Rusia. Pero ahora sí que lo están.

China, Emiratos Árabes Unidos, Bielorrusia, Omán, Irak, Turquía y otros países las han proscrito o restringido “por motivos de seguridad nacional”. Pero las VPN están permitidas en la mayor parte del mundo y, allá donde están prohibidas, como en el caso de Rusia, son más los internautas que hacen un uso clandestino de ellas.

VPN: garantía de privacidad

La excusa más frecuente que exhiben los poderes políticos de los países donde se encuentran prohibidas es precisamente esta protección de la privacidad. Argumentan estos regímenes autoritarios, no democráticos, que las VPN son las redes privadas de los delincuentes y de quienes quieren atentar contra la seguridad nacional. Pero este pretexto es tan sólo una verdad a medias.

La parte de verdad de esta excusa es que las VPN ocultan los datos identificativos de quienes quieren permanecer en el anonimato, incluyendo a aquellos que las usan para cometer sus presuntos delitos o para subvertir el orden establecido.

La parte de mentira es que, por este mismo motivo, deberían de estar prohibidas todas las comunicaciones, redes de carreteras, etcétera. Es como afirmar que se debe de prohibir el uso de los coches porque los delincuentes pueden huir en ellos o porque alguien malintencionado puede perpetrar atropellos, o que se debe prohibir el uso de una llave inglesa por si a alguien se le ocurre agredir a otra persona con ella.

Ventajas de las VPN

Las redes VPN tienen muchas más ventajas que todos sus presuntos inconvenientes juntos. No es la herramienta, sino el uso que se pueda hacer de ella, lo que debe de ser considerado “legal” o “ilegal”.

Por ejemplo, cuando alguien quiere consultar online el estado de sus cuentas o se comunica con sus amigos y familiares quiere total privacidad y que el proveedor de Internet u otras compañías y organizaciones no puedan “rastrear” sus huellas de navegación por la Red.

Esta privacidad es hoy más necesaria que nunca por la cantidad de terminales con los que los ciudadanos están casi permanentemente conectados: teléfonos móviles, tablets, consolas… Incluso si la conexión a Internet se realiza en el hogar o en el lugar de trabajo.

Ser transparente en Internet es como ir desnudos por la calle: quedan al alcance de cualquiera todos los datos personales, incluyendo los más sensibles e importantes, como las contraseñas, los datos bancarios, las conversaciones privadas o, simplemente, dónde se encuentra el usuario en cada momento, qué hace allí o sus gustos y hábitos de consumo más íntimos.

Redes públicas seguras

La ciberseguridad, la mejora de la experiencia de usuario o el uso de las redes Wi-Fi públicas son las principales razones por las que las VPN son hoy más necesarias que nunca. Cualquier persona con móvil que vaya por la calle se puede conectar a una red Wi-Fi pública.

Cuando alguien está de viaje, puede querer reproducir contenido o visitar unas páginas web que se encuentre restringida en la región en que se encuentra de paso. La mejor forma de consultar estos sitios es usar una VPN.: se evitan las censuras.

Las VPN impiden el rastreo de la actividad en línea, cuyos datos quedarían comprometidos y al alcance de anunciantes, órganos gubernamentales y otros, sin el conocimiento ni el consentimiento del internauta “rastreado”. Una invasión de la privacidad en toda regla.

Evitar discriminaciones

Más ventajas: evitar la discriminación de los precios de productos y servicios.

Se trata de una práctica habitual. Consiste en fijar precios diferentes a los mismos productos y servicios basándose en la ubicación del individuo; en sus hábitos de comprar o en sus gustos y preferencias.

Las VPN protegen a los individuos de posibles timos, o de ser el blanco de los precios altos en base al historial de búsqueda o la presunción de su estatus socioeconómico, en función de su dirección IP.