Hacienda y Ferrovial se reúnen para hablar de la salida de España de la entidad

El asunto del cambio de la sede social de Ferrovial, que va a pasar de estar en España a Países Bajos, ha generado un pequeño terremoto entre el Ejecutivo y la entidad.

El Gobierno no ha visto con buenos ojos la marcha de la empresa, una de las mayores constructoras españolas con gran prestigio internacional, y ha criticado mucho la decisión.

Según ha informado RTVE, el Ministerio de Hacienda y Ignacio de Felipe, responsable de Asesoría Fiscal de Ferrovial, se han reunido este jueves para abordar los detalles de la operación.

El cambio de la sede social responde a la fusión que pretende hacer la compañía entre su sociedad matriz y Ferrovial Internacional, una sociedad anónima ubicada en Países Bajos que posee el 86% de los activos, por lo que el domicilio fiscal se trasladará a dicho país.

En el encuentro entre Ferrovial y Hacienda el objetivo del fisco español era evaluar las condiciones y particularidades de la operación para conocer si se pueden acoger al régimen especial de fusiones, adquisiciones y canjes por el cuál podría no tener que tributar por las plusvalías.

Y es que según recoge RTVE, en este tipo de operaciones suelen generarse ciertos beneficios con el movimiento de activos, por lo que es normal que las entidades se acojan a esta modalidad para evitar así la tributación por ellas. Una operación legal pero que tiene que estar justificada.

El Gobierno critica la operación

Mientras tanto desde el Ejecutivo siguen criticando la operación y la consideran una "decisión personal" del presidente de Ferrovial para "pagar menos impuestos".

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confirmado que sí ha mantenido una conversación telefónica con Rafael del Pino para trasladarle el pesar del Ejecutivo y le ha recordado el "esfuerzo inversor de España" con la empresa.

Le ha remarcado que consideran que "se podía haber quedado en España" como recompensa al esfuerzo del país, que se ha traducido también en "beneficios".

Desde Ferrovial aseguran que la operación les servirá para "financiarse mejor" y reiteran que no afectará al empleo en España y que seguirán pagando impuestos por la actividad que sigan desarrollando en el país.

Aunque también han puntualizado que el cambio de la sede social propiciará traslados voluntarios a Países Bajos o recolocaciones entre las oficinas de España.