Voluntarios de la Cruz Roja reparten mascarillas en el Metro (Foto: Chema Barroso (MDO))

Mascarilla en interiores... dónde debería seguir siendo obligatoria y dónde no

ecifuentesdiariocriticocom/10/10/24

Cada vez más países abogan por la retirada de la mascarilla en interiores dada la tendencia a la baja del coronavirus en las últimas semanas. Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, Suecia y la vecina Francia ya han retirado la obligatoriedad de llevar este complemento.

En Francia la nueva legislación entró en vigor ayer lunes 14 de marzo y la mascarilla solo permanece obligatoria en el transporte público y en los centros de salud. El país vecino tiene una incidencia cercana a los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, más del doble que España que se encuentra en 430. Por ello la ciudadanía empieza ya a demandar medidas de desescalada similares y aunque desde el Gobierno han evitado dar todavía una fecha concreta, parece que pretenden eliminar la mascarilla en interiores a finales de mes.

¿Qué opinan los expertos?

Aunque los datos del coronavirus son notablemente mejores que durante la sexta ola, cuando la incidencia superó los 3.000 casos por cada 100.000 habitantes y los contagios diarios se dispararon, la pandemia no ha desaparecido (ya lo ha advertido la Organización Mundial de la Salud),de hecho las muertes diarias siguen superando habitualmente los 100 fallecidos diarios, por lo que los expertos y sanitarios llaman a la prudencia.

Con la vacunación muy avanzada y la incidencia a la baja, se espera que España siga la senda de otros países cercanos y abandone las mascarillas en interiores, pero, ¿en todos los espacios interiores? Según científicos y sanitarios consultados por 'Diariocrítico' la normativa debería ir acompañada de algunas excepciones para prevenir los contagios en las personas más vulnerables.

Marta Pérez Illana, doctora en Bioquímica de la Universidad Autónoma de Madrid, explica que más que hacer un cribado por lugares o sitios donde "sí o no", cree que lo más razonable y seguro sería hacer esa selección en función de dónde hay o puede haber personas vulnerables.

La doctora Pérez también insta a tener en cuenta los "lugares esenciales" como los hospitales, los supermercados e incluso el transporte público, sitios donde además de ser interiores se congrega un número elevado de personas en espacios pequeños y donde se puede coincidir con personas vulnerables.

El doctor Javier Anguita, especialista del hospital Gregorio Marañón de Madrid, coincide en la opinión de que en hospitales, farmacias, centros de salud y transporte público la mascarilla debería seguir siendo obligatoria un tiempo más. Resalta que existe riesgo para los enfermos y personas más vulnerables y en los transportes públicos al ser espacios pequeños con hacinamiento, es preferible llevarlas para minimizar los riesgos.

Del mismo modo el doctor Anguita considera que en los pabellones de interior también sería preferible llevarlas, pues se concentran muchas personas sin espacio interpersonal.

¿Y en los colegios, universidades y centros de trabajo?

Ambos opinan que en los colegios, escuelas o universidades se podría prescindir de ella ya que los jóvenes (en general) sufren la enfermedad de forma mucho más leve y dado el avance de la vacunación infantil, la mayoría de niños y jóvenes están protegidos.

Además, resalta la doctora Pérez, si en el patio del colegio y en los comedores se quitan la mascarilla, ya existe riesgo de contagio, especialmente a la hora de la comida, por lo que en su opinión acudir a las clases sin ella no aumentaría el riesgo de manera excesiva.

En cuanto a las oficinas o centros de trabajo pequeños o medianos, se podrían suprimir si cuentan con una ventilación adecuada y una distancia de seguridad. En las grandes superficies de trabajo la posibilidad de ventilación y mantener la distancia es más fácil, por lo que los trabajadores podrían no llevar la mascarilla.

Sobre los cines, centros comerciales, teatros... etc, coinciden en que prescindir de la mascarilla podría llevarse a cabo si existe una ventilación adecuada y se tienen en cuenta los aforos para no producirse mucha aglomeración de personas.

La clave para ambos radica, por un lado, en una buena ventilación y en poder mantener una distancia interpersonal adecuada, es decir, sin hacinamientos. En los lugares así (salvo hospitales, farmacias, centros de salud o supermercados), consideran que la mascarilla podría ser opcional y por supuesto, en todos los espacios que cuenten con zonas al aire libre el riesgo de contagio es mucho menor y se podrían eliminar completamente.

Y por otro lado, apuntan a la vulnerabilidad como criterio clave. Defienden que es importante tener en cuenta aquellos lugares donde existe más riesgo de coincidir con personas vulnerables (hospitales, farmacias...) y en su opinión es necesario en esos sitios seguir llevando la mascarilla.