En qué nos afecta una recesión de la economía este año

Lo primero, el empleo, donde se van a dejar sentir claramente las perspectivas negativas de la economía. Aunque el Banco de España achaca la recesión al estancamiento de Europa y el agravamiento de la crisis del euro, lo cierto es que las medidas tomadas por el Gobierno han incidido principalmente en el sector público. "Es una recesión de naturaleza distinta de la de 2009, más vinculada al sector público", señalan desde AFI (Analistas Financieros Internacionales), el tijeretazo se hará sentir en la inversión pública, que volvería "a niveles de principios de 2000", y en el mercado laboral, con el 40% de la destrucción de puestos de trabajo prevista para este año concentrada en el empleo público.

De hecho, el Gobierno da por hecho que ya se ha entrado en recesión, con un descenso en tasa trimestral de, al menos, el 0,3%. Y sitúa en 5,4 millones de personas la cifra de paro al cierre del año pasado.La recesión será de menor intensidad que la que ocupó buena parte de 2008 y todo 2009 (el PIB cayó un 3,7% ese año), pero también porque el punto de partida es mucho más bajo.AFI pronostica que 2011 y 2012 serán gemelos en destrucción de puestos de trabajo y aumento del paro. Según sus cuentas, la tasa de paro, ahora en el 21,5%, podría rondar el 24%.

En el día a día, esto se traduce en más colas de paro y más gasto destinado a cubrir el desempleo. Las partidas que más dinero se llevan ahora de los Presupuestos son precisamente desempleo y pensiones, junto a los intereses de la deuda pública. El exministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, señaló en una de sus últimas intervenciones que España es uno de los países de la UE que más gasta en prestaciones por desempleo y dijo que el gasto por este concepto alcanzaría los 30.000 millones de euros en 2011. El Banco de España asegura que "el descenso del PIB tendrá un impacto apreciable sobre el empleo, que, sin incorporar medidas adicionales en el mercado de trabajo, se concreta en una reducción del 3% en 2012, siguiendo la pauta más negativa observada en el tramo final del año pasado, que se atenuaría en 2013, en cuya segunda mitad se iniciaría la creación de empleo en términos netos". Es decir, nada de creación de empleo hasta 2013.



Menos renta disponible

Más gasto en desempleo, una factura en lo que respecta a las necesidades de emisión de deuda para financiarnos y el inevitable montante de las pensiones, debería traer consigo mayores ingresos para equlibrar la factura fiscal, es decir el déficit entre gastos e ingresos. Pero con el desfase del 6% previsto por el anterior Gobierno y el 8% 'descubierto' por el equipo de rajoy, las cosas se ponen difíciles para no hacer un ajuste más duro, que pasará sin duda por retocar de nuevo al alza los impuestos. "El ajuste fiscal será muy duro, -dice el Banco de España-; al efecto inmediato en la demanda, se une la restricción crediticia, la moderación salarial y las pérdidas de empleo. Todo contribuye a rebajar la renta disponible de los ciudadanos. Y el contexto internacional no ayuda, porque las exportaciones, motor del tímido crecimiento en 2001, un 0,7%, no lo tendrán fácil con la UE en recesión.

Así, argumenta el organismo presidido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, "el retroceso de la demanda nacional resulta de la confluencia de un fuerte descenso de sus componentes público y privado, en un contexto en el que el gasto de las familias se verá restringido por el impacto de la consolidación fiscal sobre las rentas de estos agentes y por el menor empleo". El organismo explica que la debilidad de la demanda, el deterioro de las perspectivas económicas y las duras condiciones financieras determinarán descensos adicionales -aunque moderados- del gasto en inversión productiva privada en los dos próximos años.

En el día a día: más retenciones vía impuestos, más ahorro si se puede, y menos gasto, que se traducirán en una cuesta de enero permanente en 2012.

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