El economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research, Rafael Domenech, ha afirmado, ante la decisión del Gobierno argentino de expropiar YPF, que el "mayor proteccionismo" tendrá un coste "en términos de largo plazo" y significará "menos crecimiento, menos entrada de capital y de inversiones extranjeras" para Argentina.
Esta reflexión ha sido realizada en el transcurso de una rueda de prensa celebrada en Bilbao en la que han comparecido, además de
Rafael Domenech, el director territorial Norte de BBVA,
Vicente Mestre.
En relación a la decisión del Gobierno argentino de expropiar YPF, Domenech, tras indicar que son un servicio de análisis y que no se pronuncian sobre decisiones relativas a empresas, ha afirmado que la historia económica sirve de "guía" y ha indicado que, hasta ahora, uno de los "grandes éxitos" de la crisis es que se había logrado "evitar todas estas tentaciones proteccionistas, intervencionistas, que crean barreras artificiales a la movilidad de capital entre países".
Domenech ha afirmado que, precisamente, fue uno de los "errores" de política económica que se produjeron durante otras etapas de crisis.
El responsable de BBVA Research ha señalado que otra de las enseñanzas de la política económica es que ese "mayor proteccionismo, esa menor apertura exterior, la mayor inseguridad jurídica termina siempre teniendo un coste en términos de largo plazo". "Significa menos crecimiento, menos entrada de capital y de inversiones extranjeras y termina significando menor productividad y menor renta per capita", ha indicado.
Consecuencias negativas
Domenech ha afirmado que cualquier decisión de política económica como la adoptada por el Gobierno argentino "lo lógico" es que tenga esas consecuencias "negativas", que, al final, acaba "pagando a largo plazo" la propia sociedad.
"Son desincentivos a la inversión cuando nosotros estamos poniendo de manifiesto que España precisamente lo que tiene como reto es justamente lo contrario", ha añadido.
En este sentido, ha precisado que se trata de "la desconfianza de los mercados internacionales a invertir en España, el aumento de la prima de riesgo y la necesidad de que, con las políticas de ajuste fiscal, políticas de reformas estructurales y un plan estratégico integrado, se convierta a esta economía en una economía atractiva para los inversores extranjeros directos, precisamente para devolver a esta economía a una senda de crecimiento económico".
Por lo tanto, ha asegurado que "con esto queda dicho para todo" y ha añadido que, si esta es la "vía para la prosperidad y para el crecimiento, ir en la dirección contraria, desde luego no lo es".
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