Es el caso del ahora tan de moda
calendario maya y su supuesta referencia a una fecha del fin del
mundo, el 21 de diciembre de 2012, poco se puede explicar: las
profecías mayas no hablan en ningún momento del fin del mundo, sino
de una catástrofe que haría peligrar la vida humana.
Otros piensan, además, en el fin del
planeta por una especie de colapso total. Esa visión la sustenta la
alocada teoría llamada '
teoría
de onda del tiempo cero'.
McKenna, fallecido en el año 2000, no
era un científico, ni un físico ni un matemático. Era un escritor,
orador, filósofo, etnobotánico, psiconauta e historiador de arte
estadounidense, que consiguió que su teoría le sobreviviera.
Fin del mundo como catástrofe natural
o como mandato divino. Ésa es la cuestión. Por alguna razón el
hombre actual ama el catastrofismo y alimentar el morbo de estas
teorías, llevando al máximo el consumo de informaciones y demás
reportajes sobre el tema. El calendario maya, la teoría de la onda
cero... no son más que una suma de misticismo y superstición que
entusiasma al gran público.
Hasta la
Iglesia católica se
pronuncia al respecto. En el diario 'ABC', el director del
Observatorio Astronómico del Vaticano,
José Funes,
sentencia: el fin del mundo "por ahora", no llegará. Y es
que hay que recordar que en las doctrinas esenciales del cristianismo
sí está contemplado el fin del mundo como un final de nuestra vida
tal y como la conocemos. Según la Biblia, Dios envía al Mesías
para liberar su pueblo en el Viejo Testamento, y en el Nuevo, le
envía bajo la forma de Jesucristo para salvar a sus hijos,
esperándoles hasta la salvación una vez alcanzado el fin de los
tiempos, descrito en el libro del
Apocalipsis.
Funes
afirma que no hay que preocuparse por "profecías" como la
que se atribuye a los mayas, que fija el fin del mundo para el ya
cercano día del 21 de diciembre. El jesuita manifestó que "según
esa "profecía", se verificaría una alineación de los
planetas y del sol con el centro de la Vía Láctea y una inversión
de los polos magnéticos del campo terrestre". "No vale la
pena discutir la base científica de esas afirmaciones, obviamente
falsas", insiste.
De hecho, queda totalmente descartado,
para los que aún crean en esta teoría, que este 21 de diciembre
vaya a haber una
alineamiento de planetas. Por ejemplo, la
Sociedad de Astronomía del Caribe (SAC) aclara que "se trata
sólo de mitos", y que en lo que queda de 2012 no habrá tal
alineamiento. La SAC explicó que en esa fecha, desde la Tierra
veremos que el planeta Marte estará en el Oeste, mientras que
Júpiter estará en el Este.
Desde la
sociología, también nos dan
su versión sobre estas teorías apocalípticas:
Marta Bescansa,
profesional del sector, nos explica: "Alentado en su mayoría
por idearios religiosos, el miedo al fin del mundo es un fenómeno
que siempre ha estado presente en la mística occidental y ha servido
como mecanismo de control desde la antigüedad".
Y añade la socióloga: "Ésta y otras
supersticiones han desempeñado siempre un papel central en nuestra
sociedad. El propio interés humano y el morbo asociado a hablar
sobre el fin del mundo se debe a la influencia de estos mecanismos".
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