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El peor año para los periodistas desde 1995

Informe de Reporteros sin Fronteras: 90 periodistas y 48 internautas, asesinados en 2012

Informe de Reporteros sin Fronteras: 90 periodistas y 48 internautas, asesinados en 2012

lunes 04 de febrero de 2013, 10:20h
Noventa periodistas y 48 internautas asesinados, casi 300 encarcelados, cientos de detenciones y exilios, docenas de ataques y asaltos a informadores y medios de comunicación y nuevas amenazas y censuras para la libertad de información en el mundo son los datos recogidos en el Informe de la Libertad de prensa 2012, de Reporteros Sin Fronteras, en más de un centenar de países. Un balance siniestro en el que ha resultado ser el peor de los últimos 17 años, desde que, en 1995, se inició la recogida de esta información.
Siria y Somalia, con 19 y 18 periodistas asesinados, encabezan un macabro record para el ejercicio de la profesión. Turquía, por su parte, se convirtió en la mayor cárcel del mundo para periodistas, con 72 encarcelados y decenas de juicios en curso. Vietnam vivió una fuerte escalada de represión a blogueros e internautas, con largas y durísimas penas de cárcel, en algunos casos tan sólo por comentarios publicados en redes sociales. Y por último, la decena de informadores asesinados en Brasil, de los que al menos la mitad tienen probada relación con el ejercicio de la profesión periodística, pusieron a este país emergente a la cabeza de violaciones de la libertad de prensa en el continente americano.

Un año más, la ONG Reporteros sin Fronteras (RSF) ha constatado que los mayores enemigos de la libertad de información son también los mayores enemigos de la democracia: los dictadores y depredadores que siguen ejerciendo el poder en determinados países; el terrorismo de todo signo, político y religioso; el narcotráfico o el crimen organizado y la corrupción política, que no dudan en llegar a la violencia física contra los periodistas o contra los medios donde publican su información.

Pero se perfilan también nuevas amenazas, aunque menos cruentas, en países democráticos, incluidos los de la Unión Europea, a través de leyes y normativas que impiden y dificultan la información, o de sentencias y multas desorbitadas a periodistas y medios. Sin olvidar la censura y obstáculos, en aumento, para la información en Internet.

Turquía y el mundo musulmán

Turquía, que aspira a entrar en la Unión Europa y es espejo para numerosos países de la región, se ha convertido en la mayor cárcel del mundo para periodistas, con 72 encarcelados y decenas de juicios dirigidos a impedir la libertad de información, además de ejercer una notable censura en Internet.

En Oriente Medio, Siria protagonizó la actualidad con 19 periodistas asesinados, blanco, tanto del Ejército regular como de los grupos que lo combaten. Tras la "primavera árabe" se perfila la desilusión informativa en la mayoría de países de la región, que incrementaron su intento de control a Internet. Irán añadió al gran número de periodistas encarcelados, el acoso a familiares y profesionales que trabajan para medios en el extranjero.

África, Brasil y China: violencia ascendente

En África, los 18 periodistas asesinados en Somalia pusieron al país en el punto de mira de la comunidad internacional, que solicitó -en el 19º Consejo de Derechos Humanos de la ONU- medidas de seguridad urgentes para los profesionales de la información. Eritrea es, un año más, la mayor cárcel de periodistas del continente y ocupa la última posición de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF.

Una decena de informadores asesinados, de la que al menos la mitad tiene probada relación con el ejercicio de la profesión periodística, han puesto a Brasil a la cabeza de violaciones de la libertad de prensa en el continente americano. El país gobernado por Dilma Roussef ha superado este año a México y Honduras en número de periodistas asesinados, aunque, un año más, los niveles de peligrosidad se mantienen en estos dos últimos.

En Asia, China siguió destacando por su censura e incansable intento de control a toda la disidencia, que, no obstante, cada vez es mayor y más difícil de controlar. La situación en Birmania, sin embargo, resulta alentadora y parece el único punto de color de un continente donde no debe olvidarse a Vietnam y su escalada de represión a blogueros e internautas, con largas y durísimas penas de cárcel, en algunos casos, tan sólo por comentarios publicados en redes sociales.
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