El peor golpe para la Reina: las declaraciones de Corinna

De verdad que no salgo de mi asombro. Tengo la mandíbula desencajada de tanto que he abierto la boca al ver la portada de la revista Hola. En un afán de superarse cada día a sí misma y ser una gran conseguidora de cargarse a la monarquía, de lo contrario no se explica que hagan una entrevista a la entrañable amiga del Rey que, además, dice haber trabajado para el gobierno español para asuntos clasificados, de alto secreto.

Si lo que de verdad pretendía era pasar desapercibida, créame Corina que ha hecho usted lo contrario. Nada como salir en portada de Hola posando para hacerse famosa. Después de Belén Esteban es usted ya la rubia más famosa de España.

La entrevista no tiene ni una sola coma de desperdicio. Ni las fotos. Lejos de conseguir parecer una mujer seria, fiable, discreta y profesional consigue justo lo contrario. ¿Quería ayudar al rey? Pues ha conseguido lo contrario. ¿Quería salvar su prestigio? Ha conseguido lo contrario. ¿Quería reafirmar ante sus clientes que pueden seguir confiando en ella? Ha conseguido lo contrario.

Pero todas estas cosas carecen de importancia si no reparamos en la verdadera víctima de todo esto que es la Reina Sofía. No se puede humillar más a una mujer cuyo único pecado ha sido equivocarse con quién se casaba. Porque nada hay más humillante que estar enamorada y sentir el desprecio de tu marido. Bueno, sí, hay algo más humillante. Que la "amiga entrañable" de tu marido se pavonee en la mejor revista del corazón del país donde reinas y cuente milongas difíciles de ser creídas. Porque, seamos serios, ¿es creíble lo que dice esta mujer? ¿es creíble que trabajase para el Estado español de manera desinteresada? ¿Es, acaso, Teresa de Calcuta? Algo habrá obtenido a cambio, se supone. Y, ¿por qué esta entrevista? ¿Y así?¿Posando como una modelo?, ¿descalza?

Desconozco qué pensará el Rey de esta entrevista. Dicen los mentideros de la Corte que está encantado. Me cuesta trabajo creerlo. Si es así hemos perdido toda esperanza de tener un Rey como nos merecemos.

No soy especialmente partidaria de las monarquías, instituciones que considero innecesarias y que, además son injustas por su falta de democracia para acceder a ese puesto si no es por sangre o matrimonio, pero me pongo en el lugar de la Reina y me cabrea soberanamente esta entrevista.No hay derecho a que se consienta esto.

Y, desde luego, no entiendo que Hola se haya prestado a ello.