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25 años del premio Loewe

'Lágrimas de cocodrilo': Enrique se va

'Lágrimas de cocodrilo': Enrique se va

martes 12 de marzo de 2013, 19:37h
Mañana, día 13 de Marzo, se entrega el 25 premio de poesía de la Fundación Loewe, y su presidente, Enrique Loewe, anunciará que le pasa el testigo, como Directora, a su hija Sheila Loewe.

En estos veinticinco años han pasado muchas cosas, claro. La firma Loewe, que ha sido un buque insignia de la moda española, ha cambiado de manos: si viéramos su historia, veríamos la Historia con mayúsculas, de la artesanía familiar a la globalización. Por sus pasos. Y podríamos ver también algo un poco excepcional: cómo un sello comercial interviene directamente en el gusto artístico y literario, y no sólo en lo que podríamos llamar "su negocio", que también. La Fundación Loewe, que empezó mecenando música, patrocinando conciertos y becando a músicos, decidió enseguida ocuparse de la pariente pobre de la literatura: la poesía. Enrique Loewe instituyó en 1987 el premio mejor dotado de este país para ese género que casi nunca lo tiene, y se rodeó de los mejores para garantizar una calidad que nadie discute. La prestigiosa  colección Visor de Poesía, publicaría los libros premiados -y me consta que Jesús García Sanchez tuvo mucho qué ver con el origen del premio- y un jurado de poetas que presidió Octavio Paz hasta su muerte, decidiría. Nombres como Francisco Brines, Carlos Bousoño, Antonio Colinas o Luis Antonio de Villena, son lo bastante significativos. Bueno, este año Juan Vicente Piqueras lo recibe por su libro Atenas, en el transcurso de un almuerzo, que ya es tradición.

El premio Loewe -que es como se le conoce en el mundillo- quería dos cosas: reconocer obra ya cuajada, y descubrir nuevos poetas. Por eso había un premio especial a menores de treinta años, en caso de que el premiado los hubiera dejado atrás. Y ha ido, siempre a libros inéditos, a poetas ya reconocidos en su momento, y ha descubierto otros. Algunos han hecho doblete, como es el caso de Vicente Gallego o Carlos Marzal, que por cierto presenta, también mañana, por la tarde, La arquitectura del aire, su último libro, publicado por Tusquets, en la Librería Rafael Alberti. Y, desde el primero, que fue para Juan Luis Panero, al último, de Juan Vicente Piqueras, son muchos los nombres punteros de la poesía española los que lo tienen: así, de memoria, Jaime Siles, que fue el segundo, y Jenaro Talens: los dos se incorporarían  posteriormente al jurado; Guillermo Carnero, José María Alvarez, César Simón, Joaquín Pérez Azaústre, Bernardo Schiavetta, Luis García Montero, Felipe Benítez Reyes....   

Al Loewe se le han hecho muchas críticas: ya se sabe que en el mundo de la poesía, en el que sólo excepcionalmente corre el dinero, y este es uno de los pocos premios sustanciosos, si vale mucho el prestigio, y si corre mucho la.... maledicencia. Los poetas tienden al sarcasmo, y vuelan, incruentas según y cómo, las cucharas afiladas, como en la cárcel. Yo sólo le hago una: en 25 años, sólo una mujer lo ha recibido, Cristina Peri Rossi por PlayStation, en 2008. A ver: no es que crea que en estas cosas valgan los cupos, como en política, que sí. Pero es un poco cantoso, no?

No le hago críticas, igual porque siempre lo he considerado un poco mío, igual porque colaboré con Enrique Loewe en las primeras ediciones de su fiesta de la poesía, cuando era una bulliciosa cena. Hoy escribo esto, cuando habrán empezado a leer muchos de sus premiados en el Instituto Cervantes, como celebración de ese cuarto de siglo. Y la verdad, me da mucha pena que se retire Enrique, aunque me alegra que Seila Loewe, a la que he conocido de niña, siga sus pasos. Es lo que nos va pasando.

 

Ediciones anteriores de 'Lágrimas de cocodrilo'

 

 

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