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El clásico de Duras, en los Teatros del Círculo

Valery Tellechea nos estremece y deslumbra con su 'doleur', una obra de obligada asistencia

Valery Tellechea nos estremece y deslumbra con su 'doleur', una obra de obligada asistencia

lunes 10 de febrero de 2014, 08:08h
Pero si es muy fácil. Tómese un texto genial de una escritora no menos genial, métase en una coctelera virtual -y teatral- y añádasele un director extraordinario y una actriz magnífica. ¿Cual es el resultado? Pues, eso: una sensacional representación de 'La doleur', de Marguerite Duras con dirección de José Pedro Carrión y con Valery Tellechea, estremecedora, sobre las tablas. No se la pierda, que sólo estará cinco días en el madrileño Teatro Círculo de Bellas Artes.

El sumatorio de tanto excelente profesional se completa con otras partes de esta mezcolanza explosiva... para bien. Ahí es nada: música de Mariano Díaz, adaptación de Juan Caño Arecha, iluminación de Juan Gómez cornejo y vestuario y ambientación de Elisa Sanz. Con tanta gente excepcional es un pecado, mortal, claro, mortal, perdérsela en esta parada en Madrid de la gira anterior y posterior

Como se sabe, 'La Douleur' es el diario de una ausencia. Se trata de un documento único de la literatura de posguerra, en el que la autora Marguerite Duras retrata el turbulento mundo que le tocó habitar mientras esperaba el regreso de su marido de la contienda; un escenario en el que, en sus palabras, "el pensamiento no participaba en el caos, pero estaba constantemente suplantado por ese caos, sin recursos frente a él".

La adaptación teatral de La Douleur está basada en el diario homónimo de la escritora francesa. Escrito durante los días de la Resistencia, no vio la luz hasta mucho tiempo después. Resulta cuanto menos significativo que Duras omitiera en su memoria, durante años, la existencia de este texto:

"Encontré este diario en dos cuadernos de los archivos azules de mi casa de campo. No guardo ningún recuerdo de haberlo escrito, reconozco mi letra y el detalle de lo que cuento. ¿Cuándo lo escribí, en que año, a qué hora del día? No sé nada."

Cinco funciones, cinco

Un monólogo es el instrumento empleado por Marguerite Duras para trasladar al espectador a los angustiosos días en que espera el retorno de su marido, Robert Antelme, al que ya no ama. Robert ha sido deportado, primero al campo de concentración de Buchenwald y, después, al de Dachau y, aunque regresa vivo, lo hace destrozado física y mentalmente.

La genial Duras plasma en su diario un grave y nada complaciente testimonio sobre el conflicto moral y político de la justicia en una época de vencedores y vencidos. Lo dicho/escrito, un texto y una obra de obligada asistencia porque, además sólo hay funciones: los días 14, 15, 16, 22 y 23 de febrero.

 

 

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