Tras ocho años tapada, la estatua del caballo alado situada en la Glorieta de Legazpi ha despertado este martes sin las telas que la cubrían. Tras una análisis de su estado de conservación, el Ayuntamiento decidirá el futuro de esta figura que formaba parte del conjunto escultórico situado antiguamente en el Ministerio de Agricultura.
Una delegación del Instituto de Patrimonio de Cultura de España ha estado en el lugar para analizar el estado de conservación de la escultura y realizar un informe. Después, el Ayuntamiento decidirá qué destino darle al caballo alado, que formaba parte del grupo escultórico 'La Gloria y los Pegasos' de Agustín Querol.
Los dos caballos habían sido trasladados en 1998 a la plaza de Legazpi donde estaban situados en una fuente, pero en 2005 fueron separados para posibilitar el paso de la maquinaria que trabajó en las obras de soterramiento de la M-30. Su compañero fue trasladado a un almacén de la calle Áncora, mientras que el que quedó en la plaza fue tapado en 2007 para que no sufriera daños durante los trabajos, tras lo que los vecinos lo empezaron a conocer como la 'momia'. Por su parte, la Gloria fue trasladada a la glorieta de Cádiz.
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