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El montaje de True West (El Auténtico Oeste), una delicatesen teatral  de la mano de José Carlos Plaza

El montaje de True West (El Auténtico Oeste), una delicatesen teatral de la mano de José Carlos Plaza

> La obra inaugura la Sala Negra en los Teatros del Canal

miércoles 10 de septiembre de 2014, 18:43h
José Carlos Plaza es uno de esos lujos que todavía puede permitirse el teatro en España. Si un espectador no quiere sorpresas, quiere asegurar la calidad en lo que va a ver -le guste un poco más o un poco menos de lo que esperaba- puede asistir con toda confianza a cualquier montaje de este viejo y joven maestro.

Ahora, para estrenar el tercer espacio simultáneo de oferta teatral  de los Teatros del Canal, (Sala Negra), José Carlos Plaza ha tenido la  genial idea de rescatar 'True West' ('El Auténtico Oeste'), del autor y actor norteamericano Sam Shepard (1943, Fort Sheridan, Illinois), y  Albert Boadella la inteligencia de aceptar la propuesta. La iniciativa, sencillamente, merece un 10 y, aunque el acceso a la sala es algo incómodo, si los espectáculos que van a desfilar por ella  son como el inaugural, ese pequeño inconveniente  les aseguro  que pasa a  más que segundo término.  

El montaje, que inaugura la programación abierta al público de la Sala Negra, un espacio de  poco más de 100 butacas repartidas en 5 filas, todas ellas muy próximas al escenario, estará del 8 al 27 de septiembre en la programación de los Teatros del Canal.

Estrenada en 1980, 'True West' ('El Auténtico Oeste') forma parte de la época más fértil y decisiva de la creación del dramaturgo norteamericano. Le precedieron obras como 'La turista' (1967), 'Operación Sidewinder' (1970), 'La maldición de la clase hambrienta' (1976), o 'Niños enterrados' (1978), ganadora del Premio Pulitzer;  y  de forma inmediatamente posterior escribió  obras  tan  decisivas en la obra del autor como 'Loco de amor' (1983) o 'Mentira mental' (1986).

'True West' es un drama familiar y pone en solfa la cuestión de la identidad, tanto individual como cultural y, como en otras de sus obras de teatro, Sam Shepard aborda los problemas de la sociedad moderna, la alienación individual y los destructivos efectos de las relaciones familiares. Dos hermanos, personajes algo misteriosos, son el centro de El auténtico Oeste. 

El autor sitúa la acción a varias millas de Los Ángeles, donde dos hermanos que hace 5 años que no se ven y cuya relación anterior era, por lo menos, manifiestamente mejorable, se encuentran en la casa materna. Uno, Austin, el intelectual, trata de finalizar la escritura de un guión cinematográfico que está a punto de abrirle las puertas de Hollywood. El otro, Lee, el sinvergüenza, raterillo, descarado y vividor  tiene una idea  que seduce al productor con el que negocia su hermano. La situación se orienta a que los dos hermanos tengan que enfrentarse y colaborar (en el peor de los sentidos) para escribir  la nueva historia y ese camino va a cambiar sus vidas para siempre. La  circunstancia les hará cambiar de papel, y al tiempo que sus conciencias  se   van agitando y cambian sus papeles en escena y en la vida, el  paisaje  interior de la casa que habitan va quedando absolutamente descolocado, cuando no roto.

Y todo esto en medio de unos días de calor pegajoso, noches estrelladas, y con  el canto de fondo de los grillos y las chicharras, y una música  de guitarra de blues (única  pero inquietante  ilustración musical en el montaje de Plaza), cuyas escalas cromáticas  contribuyen a  extender  la tensión  dramática que, por momentos, se vive  en escena. Y todo eso envuelto en una  violencia que se desata en varias ocasiones y salpicado de humor, ironía y sarcasmo, que hacen de Shepard uno de los grandes autores dramáticos vivos de Norteamérica.

Los dos hermanos, personajes principales de la obra, interpretados por Joaquín Abad (Austin) y Alberto Berzal (Lee) son de  una gran complejidad y tremenda riqueza psicológica, lo que les hace  situarse  en una zona de difícil tránsito interpretativo que ambos superan   olímpicamente. Dos interpretaciones geniales, a la altura  del director  de la pieza. Con ellos, Inma Cuevas (la madre), e Israel Frías (Saul, el productor), cerraron una noche  de estreno  que  eleva  un par de peldaños más la excelente programación de los Teatros del Canal.

Y en el estreno, muchas caras conocidas tanto de la sociedad  madrileña como del mundo del espectáculo. Citemos solo tres: Antonio Garrigues, Concha Velasco  y Ana Belén. Ellos, como  el resto de los espectadores que pudimos asistir a este estreno, aplaudimos la magistral puesta en escena de Plaza y la genial interpretación  de Abad y Berzal.   

 

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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