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Crónica de Miguel Ángel de Andrés

Un momento de la actuación de Juan Pablo Ibarra.
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Un momento de la actuación de Juan Pablo Ibarra. (Foto: Luis Checa)

Colmenar Viejo: una sin caballos para terminar la Feria, con triple protagonismo de alumos de la Escuela Taurina Miguel Cancela

miércoles 03 de septiembre de 2025, 21:28h
A esta última de feria volvió la normalidad en cuanto a quién debía proponer novilleros que debían estar en la de sin caballos, que se tenía por costumbre, menos el pasado año, la Escuela Taurina local “Miguel Cancela”, y para esta ocasión los elegidos fueron tres alumnos de la misma, dos mejicanos: Juan Pablo Ibarra y Marco Peláez, junto al torrelagunense Rodrigo Cobo que hubieron de enfrentarse a erales de la ganadería local El Álamo, que resultaron desiguales de presentación y comportamiento, la mayoría gachos de cornamenta

El primero del cartel era el joven novillero, del vecino pueblo de Torrelaguna, Rodrigo Cobo, espigado y de buenas maneras, que como sus compañeros de cartel no dejaron oportunidad de intervenir cuando les correspondía, así lanceo con elegancia a sus dos novillos e intervino en los quites de su turno, tercero por delantales y quinto por chicuelinas y revolera, y con la muletas dos faenas por ambas manos mostrando que tienes maneras.

Por su parte Juan Pablo Ibarra, que acudía a La Corredera, plaza donde habitualmente entrena, como sus otros dos compañeros, por ser sede de la Escuela Miguel Cancela en la que siguen en proceso de aprendizaje, con la vitola de triunfador del certamen Camino a las Ventas del pasado año, mostró sus buenas condiciones con el capote tanto en los lances en los dos de su lote, como en los quites de su correspondencia, por verónicas al primero de la tarde y chicuelinas al que hizo cuarto; mientras que la faena de muleta a su primero se sustentó principalmente en un toreo al natural, que comenzó citando desde el centro del redondel y finalizando con la misma mano y a pies junto para rematar con un farol, tras matar de una estocada algo contraria recibió la primera oreja de la tarde. Y en el que hacía quinto, la faena la inició con doblones por bajo con la mano derecha, para continuar con varias con la diestra hasta que el novillo se rajó, intentó arreglarlo cambiándole los terrenos en un par de ocasiones pero ya no hubo respuesta.

Marco Peláez, que comparte la nacionalidad mejicana con Ibarra, también salió a por todas, y al primero de su lote lo toreo a la verónica, mientras a su segundo, el que cerraba festejo, le recibió a puerta gayola y repitió lance una segunda vez, y puesto en pie lancear a la verónica, al derribarle el novillo con la pata es el joven mejicano el que se hace el auto quite, para después volver al novillo y seguir toreando rodillas en tierra. Sus intervenciones en quites fueron por chicuelinas en uno y lances a la verónica en el otro, saliendo en este último caso un tanto achuchado; además, fue el único que replicó en quites, a su compañero Cobo, por delantales, con achuchón incluido. La faena a su primero la comenzó con ayudados por alto y tras varias tantas por las dos manos, algunas rematadas con pase desmayado, la terminó en idénticos pases con los que la había comenzado; y en el que cerraba festejo y feria la faena fue principalmente de derechazos y redondo, para tirarse a matar con tantas ganas que en los dos intentos que hizo se quedó encunado en los pitones. Se le concedió una oreja con fuerte petición de una segunda.

En los otro cuatro novillos a los que no se les cortaron orejas la culpa vino de los aceros, Cobo en el primero necesito dos pinchacos hondos y seis golpes de verduguillo para acabar con su novillo, mientras que en el que hizo cuarto fueron dos pinchazos, dos casi enteras y cuatro descabellos antes de que le levantara el puntillero y otros cinco descabellos más después, la presidencia le mando dos aviso, y a pesar de todo el público le dio una fuerte ovación que el novillero, en un gesto de pundonor respondió saludando desde el callejón, negándose a salir al tercio como algunos le indicaban. Ibarra en el hacía quinto y en el que terminó siendo aplaudido, también necesitó de dos pinchazos, una estocada estilo Ferrera y dos golpes de verduguillo. Mientras que Peláez en el que hizo tercero, con resultado de palmas, dio una estocada y tres golpes de verduguillo. ¿Y todo esto que les debe dice? Pues que la actividad en la que hay que trabajar el próximo curso de la escuela taurina tiene que tener una prioridad destacada en el carretón.

También el presidente Sr. Ruiz de Castañeda, que como fin de Feria tuvo un golpe de rectitud denegando las segunda oreja al novel Marco Peláez, aunque la pidiera el público con la misma vehemencia que en otras ocasiones de esta feria, cuando los actuantes eran las llamadas figuras y claudicó, debe trabajar el concepto de equidad, por la razones que expresa su comportamiento, ya que presuponemos, por cuestiones que son obvias, que su actividad en el palco de esta plaza se dilatará en el tiempo.

Ficha:

Plaza de Toros La Corredera de Colmenar Viejo, 3 de septiembre 2025, quinto y último festejo de abono, un tercio de entrada.

Toros de El Álamo, desiguales de presentación y juego, la mayoría gachos de pitones.

Rodrigo Cobo: 2 pinchazos hondos – aviso – 4 descabellos (saludos); 2 pinchazos, casi entera, 4 descabellos –aviso- entera caída, le levanta el puntillero, descabello – 2º aviso – 4 descabellos (palmas con saludos desde el callejón).

Juan Carlos Ibarra: estocada contraria (oreja); 2 pinchazos, estocada, 2 descabellos (palmas).

Marco Peláez: estocada, tres descabellos –aviso – se tumba el toro (palmas); estocada que escupe, estocada (oreja con petición de otra).

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