La Unión Europea ha emitido una alerta alimentaria debido a un brote de salmonella por el consumo de huevos contaminados procedentes de granjas españolas. Por el momento afecta a 6 países y ya han fallecido 2 personas a causa de la salmonelosis; una en Francia y otra en España.
Según ha adelantado el diario 'El País' el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) han notificado 272 casos en 6 países diferentes y 2 víctimas mortales.
Además han advertido de que la cepa podría circular por más granjas y vaticinan un aumento de los casos durante los próximos meses. Francia es el país más afectado con 216 personas afectadas, de las cuales 25 han necesitado atención hospitalaria. En España ha fallecido una persona y el brote ha afectado de momento a 22 personas, en Países Bajos a 12 y otra docena más en Reino Unido.
La secuenciación genética de las muestras recogidas ha revelado que todos los casos se deben a la cepa Salmonella enterica, cuyo origen se ha detectado en 3 granjas de productores españoles diferentes que después han sido distribuidos a través de un único distribuidor. Ni las granjas afectadas ni el distribuidor se han dado a conocer todavía.
La salmonella, un patógeno muy resistente
La salmonella es junto a la Escherichia coli uno de los patógenos más comunes que generan intoxicaciones alimentarias, así como el anisaki, que se encuentra generalmente en el pescado.
Pero a diferencia de los habituales, la salmonella es una bacteria muy resistente, pues no muere por congelación como sí ocurre con el anisakis, por ejemplo. Es más, este parásito puede seguir reproduciéndose a temperaturas bajo cero.
Además, cuando el termómetro supera los 7 grados, se reproduce fácilmente, por lo que entraña más peligro en los alimentos que suelen almacenarse a temperatura ambiente.
La salmonella no es una bacteria, en principio, mortal, pues los síntomas habituales son diarrea, dolor de tripa intenso o fiebre para las personas que los desarrollen, que no son todas. En algunos casos la deshidratación llega a tal punto que se requiere atención médica. Si la infección es muy fuerte o ha pasado al torrente sanguíneo, se necesitarán antibióticos para eliminar la bacteria.
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