Hoy 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco,una efeméride que se conmemora a nivel mundial para intentar concienciar más sobre los efectos nocivos de este hábito.
Cada año mueren más de 8 millones de personas en todo el mundo como consecuencia del tabaco. Alrededor de 7 millones fallecen como causa directa por fumar, pero más de 1 millón de personas lo hacen de forma indirecta, es decir, que no son fumadores pero que están expuestos al humo. Los conocidos como fumadores pasivos.
Pero ahora el peligro se ha incrementado, pues no sólo los cigarrillos tradicionales exponen a las personas, sino que con la irrupción de los e-cigarrillos o vapeadores electrónicos, más personas se inician en dicho hábito con la falsa creencia de que es más saludable.
Precisamente el asunto de los cigarrillos electrónicos y su auge dentro de los jóvenes ha sido denunciado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ante el Ministerio de Sanidad.
Endurecer la legislación contra los cigarrillos electrónicos
La OCU ha enviado una petición al Ministerio de Sanidad para que se incluya a los cigarrillos electrónicos en la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo para extender todas las limitaciones al tabaco también a este tipo de dispositivos.
Ha solicitado que en el Proyecto de Real Decreto por el que se pretende modificar la normativa que regula determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados, se equipare totalmente la normativa de los dispositivos susceptibles de liberar nicotina con la de los productos del tabaco y derivados, especialmente en materia de lugares donde se permite su venta, las áreas o zonas donde el consumo no está permitido, y sobre todo su publicidad, tanto en medios y formatos tradicionales como en redes sociales y plataformas online.
Además, ante la preocupante subida de cifras sobre el consumo de estos vapeadores entre los más jóvenes, la organización considera que es necesaria la realización de campañas de información y sensibilización dirigidas a los adolescentes, a fin de eliminar su consumo por los menores de edad, habida cuenta de que los riesgos que entrañan están demostrados.
Hace pocos días circuló por las redes sociales un vídeo en el que una niña recibe como regalo por su comunión varios vapeadores, unas imágenes que desataron la polémica y que reflejan la gravedad del problema.
Aunque existen numerosos estudios que alertan de la peligrosidad de estos dispositivos, muchos, especialmente los jóvenes, lo ven como algo inocuo o más saludable que fumar tabaco de la forma tradicional, pero lo cierto es que también incrementan las posibilidades de desarrollar cáncer.
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