Novedades en el 'caso Daniel Sancho': la familia de Arrieta se abre a un acuerdo

Continúa el juicio a Daniel Sancho, el joven español acusado del asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta, un médico colombiano de 45 años.

El hijo del actor Rodolfo Sancho ha afrontado la primera semana de su juicio, que se ha convertido en uno de los más mediáticos dado el crimen y la figura conocida del actor.

Las sesiones se están desarrollando a puerta cerrada y con la prohibición expresa de grabar o sacar fotografías durante el proceso, por lo que el hermetismo es enorme y las novedades van saliendo a cuentagotas.

Miles de medios de todo el mundo se han acreditado para cubrir el caso, aunque es probable que hasta el mes que viene no se conozca alguna novedad destacable sobre la condena.

La familia de la víctima ha solicitado más de 400.000 euros a la familia Sancho en concepto de responsabilidad civil.

Una suma elevada a la que habría que añadir la condena, que podría ser incluso la pena capital o la perpetua.

Aunque ha trascendido poca información sobre lo que ocurre en el interior de la sala, sí se ha podido conocer un dato que podría cambiar el futuro de Daniel Sancho de forma notable.

Los Arrieta se abren al acuerdo, ¿qué implica para Sancho?

Según ha informado Alfonso Arús en su programa de La Sexta, la familia del asesinado se ha abierto a aceptar un acuerdo con el acusado.

Si se produce un acuerdo entre las partes el juez podría considerarlo como atenuante y así la sentencia sería menos dura.

El abogado de la familia Arrieta ha manifestado a la prensa que no buscan "venganza", sino que lo que desean es "justicia", por lo que no se cierran a un acuerdo con Daniel Sancho y su familia.

Un acuerdo que previsiblemente sería económico y si se cumplen 3 requisitos mínimos.

El abogado ha estipulado 3 puntos mínimos para que se produzca el acuerdo: el arrepentimiento de Daniel Sancho, que reconozca que hubo premeditación y que se repar el daño a la familia económicamente, pues Arrieta era el sustento principal.

Desde el principio el joven chef ha mantenido que nada fue planeado (en contra del criterio de la Policía y la Fiscalía) y su última línea de defensa es que todo fue en defensa propia y accidental por una pelea.

Además ha mantenido en las últimas semanas que no se arrepiente de lo ocurrido ya que ha insistido en que estaba siendo chantajeado.

Y lo poco que se ha conocido de estas primeras sesiones del juicio, según la prensa acreditada en el proceso, es que la actitud del acusado ha sido "chulesca".

Los expertos han señalado que si se llega a este acuerdo el joven chef podría estar en España en 8 años, pues al reconocer el crimen las penas son menos severas.

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