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Todas las hijas
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Todas las hijas (Foto: Laura Ortega)

Crítica de la obra de teatro 'Todas las hijas': atávicos miedos femeninos

domingo 10 de marzo de 2024, 15:35h

Erre Produkzioak y Diputación de Bizkaia en colaboración con el Teatro Arriaga de Bilbao producen esta interesante pieza dramática que parte de una idea de Gemma Martínez, que David Caiña y Andrés Lima han materializado en una dramaturgia llena de fuerza firmada por ambos, y en un montaje teatral dirigido por este último. La pieza se titula ‘Todas las hijas’ y estará en el escenario del Teatro Fernán Gómez de Madrid hasta el último día de marzo.

Son los testimonios personales de cinco magníficas actrices que, durante año y medio han hablado de sus miedos, de sus anhelos, de sus terrores y de sus peores pesadillas tanto durmiendo como despiertas y que Lima y Caiña han recogido en esta propuesta que parte de un ensayo de La casa de Bernarda Alba, de Lorca, para terminar en un relato de terror femenino acumulado a lo largo de décadas que contiene episodios de abusos sexuales en la infancia (un abuelo, un padre, un sacerdote), o en la edad adulta con prácticas absolutamente denigrantes para la mujer, de una madre autoritaria y posesiva dispuesta a enloquecer a su propia hija, y de las consecuencias iniciales que provocan experiencias como esas en forma de anorexias y bulimias…

Las soberbias, espléndidas actrices que se meten en sus personajes y en el de sus madres son Goizalde Nuñez (que se alterna en la interpretación de su papel con Maribel Salas), Gemma Martínez, Pilar Matas, Sol Maguna y Vito Rogado. Todas ellas forman parte de una compañía de teatro vasca que, en medio de los ensayos de la famosa obra de Lorca, comienzan a contarse sus experiencias personales más traumáticas que, finalmente, les han hecho desembocar en el teatro como fórmula de sortilegio y de superación de las mismas.

Unas amables versiones de músicas tan conocidas como La cucaracha o la banda original del Amarcord de Fellini, y algunos otros estándares musicales reciben al público mientras va acomodándose en sus sitios, y dan pie nada más iniciarse la función a una música inquietante que subraya como una mujer es perseguida en la noche por unos pasos que aceleran o disminuyen su marcha en función de lo que hace la perseguida. La mujer no para de mirar hacia atrás hasta que todo el grupo llega a la sala de ensayos.

Allí, una a una, se van contando sus miedos, sus terrores, que tienen puntos de contacto con los de los personajes de Bernarda Alba y sus hijas. El dolor, la soledad, el miedo a la oscuridad, la perplejidad ante las circunstancias vividas e inimaginables para el resto de la sociedad, el descubrimiento anómalo del sexo y la anorexia que también pueden vencerse con el amor, la amistad, el encuentro con otras mujeres que también han tenido que sufrir situaciones extremas, con la verbalización de todos esos terremotos emocionales y -¿por qué no?-, compartiendo un roscón a las tantas de la madrugada después de un ensayo frustrado porque las vivencias de las mujeres de hoy no son muy distintas de los miedos de las hijas y las nietas de Bernarda Alba, pero pueden enterrar las del pasado y prepararse para enfrentar las que han de venir.

El espacio escenográfico, diseñado por Beatriz San Juan (creadora también del vestuario y colaboradora habitual en los montajes de Lima), marca dos mundos distintos y complementarios entre sí. Una ‘habitación’ delimitada por cuatro paneles blancos móviles y, por otro, el exterior, un lugar indefinido en donde los personajes se disuelven, se esfuman. La iluminación de los espacios, soberbia, es de David Alcorta, y el inquietante espacio sonoro lo firma Nerea Alberdi.

En palabras de Andrés Lima para la presentación del montaje, con él se busca acabar con el silencio de las mujeres que se encuentran en situaciones como estas: “…Es el exorcismo del miedo para superar el miedo. Es un juego que a veces puede ser muy peligroso y a veces muy divertido. Es jugar, es temer y es luchar. Pelear y reír. Es un viaje a los miedos femeninos”.

Pieza metateatral, una vez más, que ofrece al espectador una propuesta inolvidable y del mejor teatro de Andrés Lima, un director acostumbrado a bucear en la realidad que nos rodea y que muchas veces nos aplasta y nos conforma. Imprescindible.

‘Todas las hijas’

Texto: David Caiña

Dirección: Andrés Lima

Ayudante de dirección: Laura Ortega

Diseño escenográfico y vestuario: Beatriz San Juan

Diseño de Iluminación: David Alcorta

Espacio Sonoro: Nerea Alberdi

Técnico de luz y sonido: Alaine Arzoz y Guille Martínez

Prensa y redes sociales: María Díaz

Fotografías: Laura Ortega

Teaser y documental: Gorka Etxeandia

Distribución: GG Producción Escénica

Producción ejecutiva: Gorka Mínguez y Gemma Martínez

Producción: Erre Produkzioak y Diputación de Bizkaia en colaboración con el Teatro Arriaga

Teatro Fernán Gómez, Madrid

Hasta el 31 de marzo de 2024

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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