Crítica de la obra de teatro 'Macho grita': España, lo español y la voluntad de dominio

Alberto San Juan, reconocido actor, director de escena y dramaturgo desde sus tiempos ya lejanos de Animalario, firma, dirige e interpreta ‘Macho grita’, una obra encargada desde la Compañía Nacional de Teatro Clásico sobre nuestra identidad como país: ¿qué es ser español?, ¿desde cuándo puede hablarse con propiedad de lo español?, ¿qué momentos específicos de nuestra historia han influido más en esa autoconcepción?

Son sólo algunas preguntas que San Juan trata de contestar mirando directamente al público desde el proscenio y con cuatro músicos detrás que ayudan al intérprete, dramaturgo y director de escena a construir una interesante y curiosa pieza que tiene bastante de conferencia performativa y de teatro musical de la que el actor sale más que airoso porque consigue que el público no se distraiga ni un solo instante durante casi dos horas disertando, divagando, pensando en voz alta y hasta haciendo confesiones autobiográficas con el fin de aproximarse al concepto de lo español. Los excelentes músicos que le acompañan en escena son Claudio de Casas a las guitarras, Miguel Malla al saxo y el piano, Gabriel Marijuán a la batería y percusión, y Pablo Navarro al contrabajo.

La propuesta es una nueva aportación desde el seno de la CNTC para seguir profundizando sobre el mito de don Juan. Y de él parte San Juan, del Tenorio, para llegar hasta nuestros días escarbando en el concepto de ‘macho’, apoyándose también en personajes y autores como María Zambrano (Carta del exilio), Silvia Federici, María Galindo, Rafael Sánchez Ferlosio, José Ortega y Gasset, Averroes, Santa Teresa, Nebrija y hasta Aristóteles.

Pero también, y, sobre todo, en personajes e instituciones históricos como Isabel y Fernando (los Reyes Católicos), Cristóbal Colón, Felipe II, Felipe III y la Inquisición. Y conectando la historia más reciente de la España de 1992 (Exposición Universal de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona), con el V Centenario del Descubrimiento de América, o de su ‘colonización’, como Alberto San Juan insiste reiteradamente en denominar. Y se remonta a los siglos XVI y XVII para referirse a las expulsiones de judíos, musulmanes y moriscos después de más de 600 años de convivencia en suelo español…

Y en un vaivén constante entre el análisis histórico y sus vivencias personales, el protagonista de ‘Macho grita’ confiesa su envidia y su miedo como motores de los momentos clave de su vida artística, de cómo le hubiera gustado poder encarnar alguna vez a Don Juan Tenorio, aunque esa posibilidad ya se ha esfumado entre cabreos y frustraciones: “Tengo cincuenta y cuatro años. Tendría suerte si me dieran el papel del Comendador. Ya nunca seré Don Juan. Y esto me resulta intolerable. Yo quiero hacer lo que quiera, cuando quiera, donde quiera, como quiera, con quien quiera…”.

Elegantemente vestido (traje gris oscuro, chaleco del mismo color, gemelos, corbata roja, camisa blanca…), el actor canta lo mismo al mexicano José Luis López Álvarez (Canción mixteca), que grita o baila compulsivamente a dos palmos de la primera fila de butacas de la Sala Tirso de Molina. O aprovecha que sus músicos tocan los famosos Suspiros de España para acercarse al fondo del escenario a tumbarse unos instantes en una cama para demostrar después que eso de colocar la colcha milimétricamente sobre ella se le da de maravilla.

Y, al final, el espectador asiste con el mismo interés que sentido crítico a un atractivo montaje con cierto tufillo histórico panfletario que posiblemente encontraría el beneplácito —pongamos por caso—, de los chicos de Podemos, o de los presidentes Gustavo Petro (Colombia), o Andrés López Obrador (México), y sus frecuentes dardos contra la visión oficial de la presencia española en América. O, incluso, puede llegar más allá y preguntarse también cómo se recibirá esta visión de nuestro pasado desde la Real Academia de la Historia. O de cómo se puede dar cobijo en la sede de la CNTC a montajes teatrales tan maniqueos sin, al menos, programar algún otro con una visión netamente contrapuesta. Como el mismo San Juan dice en este ‘Macho grita’, “¡no lo sé…!”.

‘Macho grita’

Autor, director e intérprete: Alberto San Juan

Músicos: Claudio de Casas, Miguel Malla, Gabriel Marijuán y Pablo Navarro

Iluminación: Raúl Baena y Eduardo Vizuete (T.P.L.S.)

Ayudante de dirección: Carlota Gaviño

Ayudante de producción: Lucia Rico

Espectáculo patrocinado por Loterías y Apuestas del Estado

Coproducción: Compañía Nacional de Teatro Clásico y EQM Serveis Culturals

Teatro de la Comedia, Madrid

Hasta el 14 de mayo de 2023