"Las difíciles perspectivas macroeconómicas y los grandes riesgos subrayan la importancia de los esfuerzos oportunos para fomentar el círculo virtuoso, en lugar del vicioso", afirmó el FMI en su nueva revisión del sector financiero en España.
El círculo "virtuoso" sería impulsado por mayores esfuerzos, tanto a nivel europeo como nacional, que permitan flexibilizar las condiciones de crédito, aumentar la confianza y consolidar un crecimiento más sólido.
Al contrario, el círculo vicioso implicaría un exceso en la consolidación fiscal que, sumado a una reducción aún mayor del flujo de crédito y a una pérdida de confianza, tendría efectos "contractivos" sobre la economía.
No obstante, el Fondo valoró los "progresos" realizados por España en su reforma y saneamiento del sistema bancario y subrayó la mejora de las condiciones económicas desde el verano, con una notable rebaja de los costes de financiación, en gran medida ayudada por las últimas acciones del Banco Central Europeo (BCE).
Para mantenerse en esta senda "será importante aplicar esta recapitalización bancaria y los programas de reestructuración a un ritmo y manera que no socaven involuntariamente los objetivos macroeconómicos", agregó el informe, que forma parte del programa de asesoría técnica financiera del FMI.
Según sus cálculos, el organismo dirigido por
Christine Lagarde prevé una contracción de la economía española del 1,3 % en 2013, y espera una "modesta" recuperación en 2014, cuando saldría de la recesión, con una expansión de la actividad económica del 1 % y posteriormente del 1,6 % en 2015.
Las cifras respaldan, aunque con cautela, las estimaciones del Gobierno español, que contempla un crecimiento del 1,2 % para 2014 y un 1,9 % para 2015.
En lo que respecta al desempleo, que el organismo considera que ha crecido "más de lo esperado", se espera toque techo en 2013 con una tasa del 25,1 %, para luego comenzar un progresivo descenso que deje la cifra en 24,1 % en 2014 y 23,2 % en 2015.
También en este aspecto, el FMI es menos optimista que las cifras oficiales de Madrid, que pronostica un 23,3 % para 2014 y 21,8 % para 2015.
Como factor positivo, el FMI subrayó el buen comportamiento del sector exterior español, que ha permitido que en agosto cerrase con superávit en su balanza por cuenta corriente tras registrar una importante reducción en esta área del 8 % del PIB desde 2007.
Esta "contracción de las importaciones y la expansión de las exportaciones" es fruto de la mejora de los costes relativos laborales y la mayor productividad, pero aún no ha logrado compensar la fuerte caída de la demanda interna.
El sector exterior español continuará su "reaceleración" en línea con el crecimiento económico global y se prevé que consolide un superávit comercial a medio plazo.
No obstante, el FMI también advierte sobre los elevados riesgos que afronta la economía española.
A su juicio, "la demanda interna seguirá afectada por el peso de los ajustes fiscales y el desapalancamiento del sector privado" en el futuro inmediato.
El informe del FMI cree que la recuperación de la demanda interna dependerá de si "las recientes mejoras en la percepción de los mercados persisten", lo cual "facilitaría una gradual relajación en las condiciones crediticias", y de si el "mercado laboral continúa su progresivo ajuste, ayudado por la reciente reforma del sector".
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