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El juez asegura que no sabía a cuanto ascendía su salario antes de viajar a Nueva York

Garzón se justifica, no sólo llama 'querido' a Botín, sino a Zapatero y Rato, entre otros

Garzón se justifica, no sólo llama "querido" a Botín, sino a Zapatero y Rato, entre otros

Garzón declara que "nunca" cobró del Banco Santander por sus cursos en Nueva York
El 'caso Ga

jueves 15 de abril de 2010, 19:04h
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha alegado en su defensa que comienza sus cartas con cualquier personalidad con la fórmula "querido". Así lo ha hecho saber ante el Tribunal Supremo, donde ha declarado como imputado, cuando se le ha mencionado que las cartas que envió al entonces presidente del BSCH, Emilio Botín, donde agradecía el patrocinio de unos coloquios que dirigía en la Universidad de Nueva York y cuando le envió un presupuesto para buscar más financiación. Para subrayar esta idea, el magistrado aportó comunicaciones con otras personalidades, tales como el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ex vicepresidente del Gobierno del PP Rodrigo Rato, dirigiéndose a ellos también con la expesión "querido".
Preguntado también por Marchena si él asumió el encargo de agradecer a Botín por escrito  "unos términos económicos que desconocía", Garzón dijo tan sólo asumir lo que dice la carta que envió a Botín, es decir, el apoyo de la universidad habida cuenta de que era el director de los contenidos del curso.

   Sobre las expresiones de afecto en las cartas que remitió al presidente del Grupo Santander, Emilio Botín, agradeciéndole el patrocinio, Garzón señala que es la forma habitual que él tiene de expresarse, no sabe si desacertada, aunque por lo que está viendo le parece que ha sido "mal interpretada".

   Además de Zapatero y Rato, otras personalidades citadas por Garzón en el mismo sentido durante su declaración este jueves en el Supremo fueron el ex presidente del Gobierno Felipe González, el presidente del PP Mariano Rajoy, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón; el ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos y el ex titular de Justicia Juan Fernando López Aguilar.

Garzón afirmó este jueves ante el magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena que los honorarios que percibió durante su estancia en Nueva York entre 2005 y 2006 "rondarían los 160.000" dólares, de los cuales se descontaban las cantidades necesarias para el pago de su vivienda, y que éstas cantidades le fueron abonadas por el Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York, pero que en cualquier caso viajó sin saber cuáles serían sus honorarios.

Relación con Botín

Los abogados querellantes, José Luis Mazón y Antonio Panea, relacionan estos pagos con la decisión posterior de Garzón de no admitir a trámite una querella formulada contra directivos del Banco Santander, patrocinador de los cursos en la universidad norteamericana, entre ellos su presidente Emilio Botín, en el proceso penal por las "cesiones de crédito".

   A lo largo de su declaración, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 -que fue citado este jueves como imputado en presuntos delitos de cohecho y prevaricación - asegura que "en ningún caso, ni directa ni indirectamente, ni en primera ni en segunda persona" el Banco Santander "pagó cantidad alguna" referida a los gastos de escolarización de su hija y a los derivados de sus desplazamientos.

   "Es más --añadió--, la Universidad de Nueva York ha certificado en varias ocasiones que esas cantidades estaban pactadas con anterioridad a los patrocinios del Banco Santander y con cargo a los presupuestos y dotaciones de la Universidad".

   Dichos gastos fueron abonados por el Centro Rey Juan Carlos de la universidad norteamericana, en un régimen que "es el normal que se acuerda con los profesores visitantes distinguidos que se incorporan a la Universidad", según explicó.

   A preguntas del instructor Marchena, Garzón puntualizó que el primer pago que le hizo la universidad por su participación académica fue de 5.600 o 5.700 dólares en marzo de 2005, y que las autoridades académicas norteamericanas sabían que él estaba disfrutando de un permiso de estudios, si bien nunca se lo preguntaron.

5.600 dólares al mes

Durante toda su estancia en Nueva York se mantuvo dicha cantidad "con una oscilación mínima", según Garzón, que aclaró que fue el Centro de Derecho y Seguridad el que asumió el abono de estos honorarios, mientras que El Centro Rey Juan Carlos pagó la escolarización de su hija y los desplazamientos. El dinero se le abonaba mediante un cheque a su cuenta o transferencia de carácter mensual.

   Reconoció igualmente que durante todo este tiempo siguió percibiendo su nómina como magistrado en españa "para cubrir necesidades familiares de aquí", y que el CGPJ nunca  le solicitó información sobre las cantidades que pudiera estar percibiendo por su actividad académica en Nueva York. El órgano de gobierno de los jueces pudo conocerlo con ocasión del expediente disciplinario que se le abrió a tal efecto, y que fue archivado.

    En este punto, Garzón aclaró al instructor Marchena que en ningún momento hubo "ningún ánimo de ocultación", habida cuenta de que se trataba de cantidades declaradas tanto a la Hacienda norteamericana como a la española.

   Garzón, que se negó a contestar a las preguntas de los querellantes, -los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea-, explicó ante el Supremo que él viajó a Nueva York sin saber entonces cuáles serían finalmente sus honorarios por su labor en el Centro Rey Juan Carlos, donde su actividad consistiría en pronunciar conferencias y sumarse a los eventos académicos en general.

   Fue además tajante al afirmar que nunca se dirigió al Banco Santander para pedir fondos y que tampoco sugirió a las autoridades académicas de la Universidad de Nueva York la disponibilidad de esta entidad para hacer frente a las cantidades necesarias para poner en marcha los cursos que él impartió en este centro.

   A preguntas del juez instructor, el magistrado insiste en que no cobró "ni un sólo dólar ni un sólo centavo" del Santander por dirigir los cursos, puesto que sus honorarios los pagaba la Universidad.

Conversaciones de Navidades

Garzón también fue preguntado por la carta que el representante de la entidad en Estados Unidos, Gonzalo de las Heras, envió el 20 de enero de 2006 a Botín para comentarle la "conversación de navidades" que había mantenido con el juez, en la que se condicionaba la celebración del seminario sobre Derechos Humanos y Seguridad Jurídica a la disposición de "financiación suficiente entre Nueva York y Madrid".

   "A la vista de ese documento, ¿estima el declarante que no tuvo nada que ver con la financiación del segundo de los cursos?", le pregunta Marchena. "No estimo sino que afirmo que no tengo nada que ver", responde Garzón antes de añadir que la conversación de navidades fue "la propia para felicitar las fiestas".

Instructor del 11-M, según la web

Al ser cuestionado por qué la página web de la Universidad afirmaba textualmente que Garzón "diseñó, obtuvo los fondos necesarios y organizó dos impresionantes debates llamados Diálogos Transatlánticos y Derechos Humanos, y Seguridad Jurídica en Latinoamérica", el juez de la Audiencia Nacional afirma que "se trata de un página web" y que "desconoce quién confeccionó esta página".

   En este sentido, se remite a la certificación que realizó la institución académica en la que aseguraba que "la configuración de esa página es incorrecta" y aclaraba que fue el Centro Juan Carlos I el que "pidió, gestionó y distribuyó los importes de los cursos antes mencionados, como consta en las actuaciones". Añade, a este respecto, que esa misma página le atribuía erróneamente la instrucción de la causa abierta a raíz de los atentados del 11-M, que llevó a cabo el juez Juan del Olmo.

    También defendió su decisión de archivar la querella contra Botín, explicando al juez Marchena que si abrió diligencias previas en este caso es porque esta es la "única forma de dar traslado con carácter previo al Ministerio Fiscal para que se pronuncie sobre competencia". A preguntas del instructor, aclaró que él no puede abstenerse de ningún asunto si no existe causa legal para ello, como ocurrió en este caso.

   Garzón, además, se niega a contestar a las preguntas formuladas por los abogados querellantes, alegando las "profundas discrepancias" que mantiene con ellos porque, a su juicio, las dos querellas que han presentado contra él "no se ajustan en absoluto a la realidad de los hechos". Como "botón de muestra", indica que inicialmente le acusaron de haber percibido por estos cursos 1,6 millones de dólares.


  • Lea de forma íntegra la carta que dirigió el juez Garzón al director del Banco Santander, Emilio Botín:





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