El pasado 28 de abril España se apagó de golpe, por lo que casi toda la actividad se paralizó sin previo aviso. El país estuvo sin luz durante horas, hasta más de 12 en algunas regiones.
El parón inesperado supuso una caída del consumo, algo que no sorprende ya que la electricidad es fundamental para casi todo. Con la falta de red llegó al poco la caída de la red y la mayoría acabó sin poder llamar por teléfono ni tener conexión a Internet. Nada de compras electrónicas, difícil (por no decir imposible) sacar dinero de los cajeros y los datáfonos quedaron inutilizados en muchos comercios.
Caixabank Research ha emitido el primer informe sobre el impacto económico real que supuso este 'cero' para la economía española.
Se han utilizado datos de pagos y reintegros, agregados y anonimizados, realizados con tarjetas emitidas por CaixaBank. Concretamente, se ha manejado la información de pagos presenciales con tarjetas, reintegros en cajeros y consumo online y se ha comparado con el patrón de gasto habitual.
Según la información analizada, el consumo de los españoles cayó un 34% a causa del apagón, pero los días posteriores se compensó con creces, por lo que se ha estimado un impacto real del 15%.
Desglose de patrones
El gasto con tarjeta fue el parámetro más afectado. El pago con tarjeta de los españoles en la península fue un 42% inferior al de los habitantes de las Islas Baleares, las Islas Canarias, Ceuta y Melilla.
El comercio electrónico de los españoles cayó tanto en la península como en el resto del territorio respecto a un día normal, en este último caso probablemente a causa de la caída de los servidores alojados en territorio peninsular. Teniendo en cuenta la caída en ambos territorios y ponderando cada región por su peso en el PIB, la caída del gasto online generada por el apagón se sitúa alrededor del 54% en todo el territorio español.
En cuanto a las retiradas de efectivo, en la Península fueron un 45% inferiores de las de las islas, Ceuta y Melilla. Aunque Caixabank Research ha puntualizado que esta referencia puede estar sesgada ya que en dichos territorios se pudieron incrementar las retiradas por precaución al conocerse lo que estaba ocurriendo.
En comparación con los 8 lunes anteriores, el retroceso anormal de retirada de efectivo en la península se sitúa en el 34%.
Con todo, el informe recoge que teniendo en cuenta el descenso estimado del gasto con los 3 medios de pago descritos y el supuesto de que el gasto mediante transferencias y recibos no sufrió un impacto material, estimamos que el conjunto del gasto en toda España durante el día del apagón se situó un 34% por debajo de lo que cabía esperar para la jornada.
El comportamiento los días después
El descenso en el consumo fue considerable, pero según este análisis, los días posteriores se compensó notablemente.
Las compras con tarjeta fueron superiores a la referencia que nos ofrecen los territorios que no experimentaron el corte de electricidad. En gran parte, ello fue debido al efecto rebote que se produjo al materializarse las compras que no se pudieron llevar a cabo el lunes. Teniendo en cuenta el rebote, Caixabank ha reducido el impacto a algo más de la mitad, hasta una caída del 18%.
El comercio electrónico también aumentó los 2 días posteriores compensando así el efecto a un 28%.
Las retiradas también aumentaron, aunque coincidió con inicio de mes, cuando se cobran nóminas y se ejecutan diferentes pagos, por lo que es un periodo en el que habitualmente suben las retiradas. No se puede vincular todo al apagón en este caso. Pero la entidad considera que el gasto en efectivo se recuperó algo más de la mitad, en consonancia con lo observado en el gasto presencial. Por ello han estimado que el efecto neto queda reducido a una caída del 15% en la península.
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