Los máximos responsables de los cuatro principales bancos centrales del mundo, el BCE, la Reserva Federal norteamericana, el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra, defendieron ayer estrategia de anunciar la orientación futura de la política monetaria o como se denomina en inglés “forward guidance” como una herramienta más orientada a anunciar sus intenciones de política monetaria a medio plazo para preparar tanto a los mercados como a los ciudadanos en tiempos de incertidumbre como los actuales. El presidente del BCE explicó que la política de orientación futura del BCE, que puso en práctica hace siete años, ha sido "un éxito" para regular las expectativas de los mercados y anunció que el banco posiblemente la seguirá utilizando incluso después de que concluya su actual programa de estímulos monetarios y suba los tipos de interés. Explicó que la orientación puede ser "protectora" como cuando el BCE la aplicó en julio de 2013 para dar una guía sobre lo que iba a pasar con los tipos de interés sin que ello afectase al rendimiento de los bonos, o "proactiva", como la que puso en práctica en enero de 2015 en la que ofreció detalles más completos sobre su programa de compra de deuda, incluyendo fechas. La presidenta de la Fed señaló que los mercados "están muy interesados en saber cuál será la orientación de la política monetaria a medio plazo pero precisó que “la forward guidance debe estar condicionada a las expectativas económicas”. El Gobernador del BoE señaló la necesidad de utilizar mensajes más simples y orientados a múltiples canales de comunicación.
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