Cómo elegir el mejor préstamo

Nuestras circunstancias económicas pueden —y suelen— complicarse cuando debemos enfrentar gastos no previstos o cuando buscamos emprender un proyecto de cierta envergadura. Justamente por ello, existe un amplio mercado de servicios financieros y préstamos de gran utilidad que pueden solventar todo tipo de necesidades e imprevistos.

Préstamos y herramientas financieras

En la actualidad, el acceso y la disponibilidad de servicios financieros es mayor que nunca. En efecto, existe un gran mercado en el que pueden encontrarse múltiples instrumentos dedicados a una multitud de propósitos: desde los préstamos empresariales y de desarrollo hasta los préstamos hipotecarios y créditos para el consumo.

Sin embargo, ninguno de ellos resulta tan conveniente para la persona promedio que los préstamos personales. Se trata de una herramienta financiera pensada exclusivamente para quienes requieren cantidades relativamente bajas de dinero de forma expeditiva. Este tipo de préstamo suele tramitarse en pocos minutos, de manera 100 % online, y su acreditación se produce dentro las 48 horas siguientes a su aprobación.

Los préstamos personales resultan muy convenientes debido a que exigen pocos requisitos y sus condiciones de pago se adecuan a la persona. Asimismo, estos no tienen restricciones en cuanto a su empleo: en efecto, estos pueden emplearse para financiar un proyecto personal, tomarse unas vacaciones o cubrir un gasto médico. Gracias a ello, son cada vez más las personas que recurren a ellos.

Por el otro lado, si bien convenientes, la mayoría de las personas que buscan solicitar este tipo de préstamos se encuentran frente a una oferta muy grande de prestadores. En este sentido, puede resultar difícil determinar cuál es el préstamo que nos resulta más conveniente. Sin embargo, existen ciertos criterios que pueden tomarse en cuenta para elegir el mejor préstamo.

¿Cómo elegir el mejor préstamo?

Elegir el préstamo que resulte más provechoso requiere considerar varios factores que determinan su coste y condiciones de pago. Del mismo modo, estas condiciones dependerán del prestador elegido, la cuantía solicitada y la capacidad de pago de la persona. Al tratarse de una actividad comercial tan prosifica, existen muchos prestadores cuyas condiciones pueden variar ampliamente.

En efecto, muchas veces puede favorecernos un coste total superior, mientras que dispongamos de condiciones de pago más amenas —y viceversa—. Entre los principales costes que debemos considerar se encuentran la tasa anual equivalente o TAE, la cual representa el coste real de la operación por año —incluye costes fijos, comisiones, etc.— y, por el otro lado, el tipo de interés nominal o TIN, el cual representa los intereses que pagamos sobre cada cuota.

Del mismo modo, debemos considerar las condiciones de pago asociadas a la devolución del préstamo y si estas cuentan con recursos como cancelación anticipada o alguna penalidad por pagar antes de tiempo o por retrasarnos con los pagos. Esto resulta muy importante en casos en los que se cuenta con un presupuesto ajustado.

Estos factores son los que determinan la conveniencia de un préstamo. Existen herramientas gratuitas que permiten simplificar la búsqueda y elegir con mejor criterio: los comparadores financieros. En efecto, plataformas como Lendo, uno de los comparadores más reconocidos de Europa, permite comparar este tipo de condiciones, costes y requisitos entre una cartera de los prestadores mejor valorados del mercado.