El Templo de Debod: el regalo egipcio cumple 50 años en Madrid

El Templo de Debod llegó a Madrid el verano de 1972. La República Egipcia decidió donarlo a nuestro país como agradecimiento tras la ayuda ofrecida para salvar los templos de Abu Simbel. El Ayuntamiento de Madrid mostró su interés en que fuera instalado en la ciudad, de modo que se hizo cargo de los costes de desmantelamiento, almacenaje en Elefantina y su posterior traslado a España, así como de su restauración y reconstrucción. Tras su llegada a Madrid, tuvo que ser reconstruido piedra a piedra en el Parque del Oeste.

El Templo de Debod es el edificio más grande que ha salido de Egipto; tiene un tamaño muy superior a los otros templos donados a Nueva York, Italia y Países Bajos. Para garantizar el buen estado de esta joya egipcia y protegerlo de las inclemencias meteorológicas, el Ayuntamiento de Madrid pondrá en marcha un Plan de Conservación Preventiva del Templo en permanente actualización.

Este enclave es famoso en la capital por sus puestas de sol y por sus vistas. Turistas y madrileños disfrutan mucho andando por este parque lleno de historia a todas horas. Madrid siempre ha estado muy comprometida con la conservación del templo y a ello se comprometió con la Unesco. Por ello, con el fin de proteger sus piedras y sus relieves de la lluvia, el edificio quedó aislado del suelo y se reconstruyeron las fachadas perdidas en el siglo XIX. Actualmente, cuenta con dos estanques que nos trasladan a la antigua localización a orillas del Nilo.

Plan de Conservación Preventiva

El Área de Cultura, Turismo y Deporte ha elaborado, junto a la Fundación Santa María la Real, un diagnóstico sobre el estado de conservación del templo, tras 50 años en Madrid. De momento, el templo no requiere de acciones inmediatas debido a que no muestra afección ni otras patologías importantes.

Los resultados de los estudios realizados se remitirán a las principales instituciones del país vinculadas a la conservación de bienes culturales, entre ellas encontramos: la Real Academia de San Fernando, el COAM, diversas universidades, el Museo Arqueológico Nacional o el Instituto del Patrimonio de España. Así podrán colaborar y debatir acerca del tratamiento que el templo requiere.

Para seguir teniendo el mejor mantenimiento del Templo de Debod, el Ayuntamiento contará con otras administraciones y organizaciones para tomar decisiones y realizar nuevas aportaciones.

La historia del templo

El Templo de Debod se levantó en el siglo II a.C. en honor al Dios Amón de Debod. La construcción se encontraba al sur de Egipto. El templo conocido como el ‘de los relieves’ tenía una gran popularidad. Tras la llegada de los romanos, nuevas divinidades formaron parte del templo.

Posteriormente, el Templo de Debod se vio afectado por el agua debido a la creación de la Presa de Asuán. Fue así que se trasladó hasta el Puerto de Alejandría y después hacia nuestra Comunidad como agradecimiento. Cerca de 2.300 piezas llegaron al Puerto de Valencia y 90 camiones se encargaron de transportar todo el material hacia Madrid. La localización que la capital escogió para el templo fue en la montaña de Príncipe Pio, exactamente donde antes había estado el famoso Cuartel de la Montaña.

El museo del Templo de Debod

El templo comenzó a formar parte de los museos del Ayuntamiento de Madrid en la década de los ochenta dels iglo pasado. En 2007 fue declarado, a petición del Consistorio, Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento. Su localización, la fácil accesibilidad y la pertenencia a una cultura tan popular como es la faraónica, han hecho que el Templo de Debod sea uno de los museos más importantes y más visitados de la ciudad de Madrid.

En 2019, el templo recibió 237.393 visitantes, unas cifras que descendieron en 2020 y 2021 a causa de la pandemia producida por la COVID-19 y las restricciones que ocasionó. En 2022, aunque lejos de las cifras de 2019, el número de visitantes del templo ha ido incrementándose hasta las 55.226 personas entre enero y junio, lo que supone un 76,6 % más que en el mismo periodo de 2021.