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Obra de teatro 'Las locuras del veraneo'
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Obra de teatro 'Las locuras del veraneo' (Foto: Matadero)

Crítica de la obra de teatro 'Las locuras por el veraneo’: ¡Ay, que locuras…!

miércoles 10 de enero de 2024, 16:49h

Eduardo Vasco versiona y dirige en la Sala Max Aub de Naves del Matadero el texto más representado del clásico ilustrado italiano Carlo Goldoni (1707-1793), 'Las locuras por el veraneo' (1761). Lo hace al frente de su Compañía, Noviembre Teatro, en coproducción con el Teatro Español, no como nuevo director de este histórico teatro municipal madrileño, responsabilidad que frustrará temporalmente su intención inicial de llevar también a escena con su compañía las otras dos obras que componen la Trilogía del veraneo (Trilogía della villeggiatura).

A través de una notable interpretación coral se expone en escena que, 3 siglos después, nuestra sociedad se rige exactamente por los mismos mecanismos de la sociedad veneciana de la época de Goldoni, es decir, las apariencias, el qué dirán, la ostentación a toda costa, incluso hacer cotidiano eso de empeñarse para poder disfrutar de unos días de vacaciones. Si antes era para sacar pecho ante los familiares, amigos y vecinos, ahora sucede exactamente lo mismo aunque los mecanismos de divulgación de la pseudoheroicidad familiar se produzca fundamentalmente a través de las nefastas redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter -o X, que tanto monta-, Tiktok…), convertidas ahora en el Hola o el Semana del pueblo soberano que así extiende el conocimiento de su acción para sentirse tan triunfador como las celebridades que le sirven de modelo.

9 actores y actrices en escena para representar una especie de competición entre dos familias empeñadas a toda costa en pasar unas semanas en el campo de La Toscana, lo que les lleva a lanzarse a una carrera de apariencias que les conducen -incluso a priori porque la acción sucede en los preparativos de la salida-, a ver quién luce los mejores vestidos, organiza las mejores fiestas, sirve las mejores comidas en sus banquetes o atrae a la créme de la créme a las mismas. La obra está protagonizada por Rafael Ortiz, Elena Rayos, José Ramón Iglesias, Mar Calvo, Alberto Gómez Taboada, Jesús Calvo, Celia Pérez, Manuel Pico y Anna Nácher.

Vasco, como suele hacer en sus montajes, ha introducido también canciones frescas, divertidas, veraniegas que el elenco interpreta en todo momento con mucha soltura y efectividad, para dotar a la comedia de un aire frívolo, juguetón, inconsistente, ligero, casquivano, sereno, superficial y liviano a la vez, y en donde casi nada importa el ser sino siempre el aparentar, el parecer.

Ajustando un poco más, digamos que la fábula que Goldoni cuenta en ‘Las locuras por el veraneo’ y que Vasco traslada a los felices años 20 del siglo pasado, presenta a Leonardo (Rafael Ortiz) y a su hermana Vittoria (Mar Calvo), dando los últimos toques a la preparación de sus vacaciones pese a tener la cuenta corriente a dos velas. Pero eso no es óbice para los dos hermanos acostumbrados como están a pedir anticipos, dejar de pagar en las tiendas, y hasta a esquilmar a los criados disminuyendo la paga en unas ocasiones o retrasándosela en otras (al fin y al cabo, se dicen, ellos comen gracias a nosotros…). Paralelamente sus vecinos Filippo (Jesús Calvo) y su bella hija Giacinta (Elena Rayos), parecen tener todo preparado para disfrutar de lo que, sin duda, va a ser un verano inolvidable. Pero la comedia entrecruza también a dos galanes enamorados de la misma mujer, dos jovencitas que están obsesionadas por vestir a la última (y esa última parece que son los mariages, una indumentaria elegante y vaporosa de influencia francesa), unos padres que se ven sobrepasados por las circunstancias, unos criados (Paolo y Brígida, graciosísimos Manuel Pico y Anna Nácher) que no salen de su asombro al ver el descaro y la falta de principios de sus amos, una sofisticada y enamorada viuda (Fulgencia, elegante y distinguida Celia Pérez), y algún que otro espabilado (Ferdinando, estupendo también José Ramón Iglesias) que se aprovecha de las dos familias ayudándoles a engrosar sus razones para vanagloriarse de su aparente magnanimidad a cambio de pasar con ellas unas vacaciones por la cara.

La sencilla y hermosa escenografía (un gran telón en el que se marca un sol veraniego por dónde entran y salen los actores), y el minucioso atrezo del montaje (un gramófono, algunas sillas y asientos…), es obra de Carolina González; el primoroso y elegantísimo diseño de vestuario de Lorenzo Caprile; la alegre composición musical del mismo Eduardo Vasco, y la excelente iluminación de Miguel Ángel Camacho.

No es frecuente ver en nuestros escenarios montajes del teatro de la Ilustración. La última propuesta de Goldoni llevada al escenario –al menos, que sepamos–, bajo el título de Los desvaríos del veraneo por la compañía Venezia Teatro data de 2015, y no estaría demás que surgieran entre nuestros directores de escena nuevos amantes del teatro del XVIII que imitasen el buen hacer de Vasco en esta versión y se animasen a mostrarnos sus visiones de las comedias del clásico italiano.

Por último, no quisiera dejar de apuntar que el día que acudí a ver la función que nos ocupa (martes, 9 de enero), hubo encuentro con el público y el nuevo director del Español y de este montaje, además de presentar las líneas generales que le han movido a llevar al escenario esta versión del clásico de Goldoni, aprovechó su intervención para afirmar que “Los críticos actuales no influyen en que el público vaya o no al teatro”. De ser así, uno no entiende muy bien el afán casi obsesivo —y generalizado—, de teatros y compañías en que la crítica acuda a ver sus propuestas. Las generalizaciones no son buenas, señor Vasco. Yo también me equivocaría si dijese que dramaturgos y directores de escena actuales, a través de sus propuestas teatrales, no influyen nada en el cambio social.

Ficha técnica de la obra: 'Las locuras por el veraneo'

De: Carlo Goldoni

Versión y dirección: Eduardo Vasco

Con Rafael Ortiz, Elena Rayos, José Ramón Iglesias, Mar Calvo, Alberto Gómez Taboada, Jesús Calvo, Celia Pérez, Manuel Pico y Anna Nácher

Diseño de espacio escénico y atrezo: Carolina González

Diseño de vestuario: Lorenzo Caprile

Diseño de iluminación: Miguel Ángel Camacho

Adaptación y composición de canciones: Eduardo Vasco

Ayudante de dirección: José Luis Massó

Una producción de Teatro Español y Noviembre Compañía de Teatro

Naves del Matadero, Madrid

Hasta el 28 de enero de 2024

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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