Tal y como se esperaba el BCE redujo los tipos de interés por octava vez, en un momento en el que la guerra comercial amenaza con desacelerar un ya débil crecimiento global. Con este nuevo recorte de 25 pb, el tipo de depósito queda en el 2%. Ahora la cuestión sigue siendo hasta dónde llegará el banco en las próximas reuniones. Considerando que la guerra comercial y la incertidumbre que la acompaña frenan el crecimiento, el BCE afirma en su comunicado que la economía debería recibir un estímulo adicional mediante un mayor gasto público en defensa e infraestructura. En la rueda de prensa posterior a la reunión, su presidenta indicó que las futuras decisiones sobre los tipos dependerán de si se pueden resolver las tensiones comerciales con EEUU.
No obstante, también ha defendido estar “en una buena posición para navegar entre las dificultades actuales y poder enfrentarnos a las incertidumbres que se nos avecinan", lo que se puede interpretar como un aviso a una pronta pausa en los recortes, si no al final de los mismos. “Iremos decidiendo reunión a reunión, con los datos que salgan, y analizaremos, cuando los datos vayan saliendo, si la posición es segura, para cumplir con nuestro objetivo del 2%. Estamos en buena posición hoy", ha insistido. En sus nuevas proyecciones la institución monetaria ha rebajado mínimamente el crecimiento económico. Espera que el PIB de la zona euro repunte un 0,9% en 2025, igual que en su estimación de marzo, y un 1,1% en 2026, una décima menos. Para 2027 lo deja intacto en el 1,3%. Sin embargo, mejora las previsiones de inflación. Para este año la sitúa en el 2% frente al 2,3% de la proyección anterior, para 2026 en el 1,6%, por debajo del 1,9% anterior, y en 2027 la mantiene en el 2%.