El juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, ha determinado un auto de busca y captura para el ex presidente de Cepsa (en estos momentos Moeve), Khadem Abdulla Butti Al Qubaisi. El empresario emiratí se encuentra investigado por blanqueo de capitales y delitos contra Hacienda en la venta de la Torre Foster, también conocida como Torre Cepsa por albergar la sede de la compañía.
En un auto con fecha de este lunes y al que han accedido diversos medios, el juez informa que el proceso de compraventa de la torre, que en 2016 le dio a Al Qubaisi un beneficio de 100 millones de euros, constituye un delito de blanqueo y de evasión fiscal.
Por ello, ha pedido a la Fiscalía a que presente una demanda de decomiso para que pueda ser el Estado español el destinatario final de los más de 34 millones bloqueados a Muscari, grupo societario con vinculación con Al Qubaisi, además de una serie de inmuebles en las ciudades malagueñas de Marbella y Estepona y en Madrid y de diversas obras de arte.
Blanqueo de capitales y delito contra Hacienda
El edificio, que está en la zona financiera de Madrid y que en su día fue de Bankia, se vendió a Muscari, y más tarde se revendió a Pontegadea, vehículo de inversión del dueño de Zara, Amancio Ortega, por unos 490 millones de euros.
El juez cree que Al Qubaisi usó una serie de sociedades instrumentales hechas expresamente para el blanqueo de capitales fruto de negocios jurídicos delictivos llevados a cabo fuera de España, y así pudo eludir las obligaciones con el fisco español procedentes de las ganancias que consiguió en el país con dichos fondos ilícitos.
Así, el juez ve delito de blanqueo en el pago de la prima para la opción de compra, acompañada del pago de la fianza para el arrendamiento objeto del contrato que hizo Al Qubaisi. También contempla delito contra Hacienda al salir como beneficiario de las ganancias, que fueron de unos 100 millones de euros.
En su auto, Calama indica que "mediante la utilización de una ingeniería jurídico-societaria adherida a la actividad de ciertos intermediarios en determinados ámbitos de nuestra economía, Al Qubaisi contribuyó a oscurecer las relaciones negociales auténticas entre las diversas personas jurídicas y físicas contempladas en la denuncia presentada por el Ministerio Fiscal".
Sociedades instrumentales
Las sociedades sobre las que al principio se dirigieron las denuncias eran "meramente instrumentales", ya que su único propósito era "colocar fondos desvinculándolos de su origen ilícito", asegura el juez. Para justificar la solicitud de decomiso de los bienes de Al Qubaisi en España, Calama se ha acogido a una directiva europea que permite quitar al titular de unos bienes aunque no pueda ser juzgado, si se demuestra que los bienes vienen de actividades delictivas.
Por otra parte, no cabe admitir que "estructuras societarias de naturaleza fiduciaria creadas a través del departamento de ingeniería financiera de la banca Edmond Rothschild sean las destinatarias de tales bienes", ya que el auténtico propietario de las mismas "no es otro que Al Qubaisi". Sobre el empresario recaen "importantes indicios de criminalidad de estafa internacional, blanqueo de capitales y delito fiscal".