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Bruce Springsteen sigue sumando días de gloria en el Bernabéu

Bruce Springsteen sigue sumando días de gloria en el Bernabéu

domingo 22 de mayo de 2016, 03:19h
Lo de Bruce Springsteen & The Street Band este sábado en el Bernabéu es una nueva demostración de que no hay nadie en el mundo de la música a la hora de entregar un gran espectáculo para las masas que el Jefe y sus chicos, ni siquiera un sonido desastroso (por lo menos desde la grada) puede evitar la sensación de triunfo con la que se retira siempre el autor de 'Born to run'. Puede que estuviera en plena gira de conmemoración de 'The river' pero se hiciera más canciones de 'Born in the USA', puede que hubiera momentos en los que el sonido fuera una pura cacofonía, puede que ya no esté en plenitud física y puede que haya otros puedes, pero a la quinta canción, 'Sherry darling', este humilde cronista ya escribía en sus notas "estoy emocionado".
Evidentemente el sonido no ha sido el mejor, en las primeras canciones ha sido, sencillamente, horrible, por lo menos desde la grada, pero no ha sido por desmérito de la banda. Creo que la voz de Springsteen estaba en mejor forma que la última vez que le vi en este mismo estadio y la banda ha respondido como se podía esperar de ella. Nuevamente han dado una lección de entrega, tablas y saber hacer, con un espectáculo en el que su líder ha sido capaz de meterse en el bolsillo la simpatía de las casi 60.000 almas que abarrotaban el coliseo madridista.

Desde el principio, con 'Badlands', se ha visto que Springsteen y los suyos salían en tromba, sin hacer prisioneros. Arrolladores desde el principio, con un 'setlist' que hasta el final ha ido dando bastantes sorpresas. La más significativa es que lo de tocar 'The River' al completo se acabo a llegar a Europa y cada vez hay menos canciones del disco doble en el repertorio. En Madrid solo entraron 7 de sus 20 canciones, mientras que han sonado 9 de las 12 de 'Born in the USA'. Aun así canciones como 'Sherry darling', 'Two hearts', la titular o 'Point black' ha sido algunos de los momentos álgidos del concierto.

Claro que un concierto de Springsteen está lleno de ellos, del desparrame rockero de 'Darlington county', con un guiño al 'Honky tonk women' de los Stones, a la versión del 'Johnny 99' de 'Nebraska' con la E Street Band al completo (¿escucharemos al fin, tras la versión extendida de 'The river', las grabaciones de 'Nebraska' con la E Street Band?), pasando por los trucos de gran prestidigitador en 'Waiting on a sunny day' (con ese abrazo al niño) o los toques gospel de 'Spirit in the night', la gran mayoría de las más de 30 canciones que componen su repertorio podría pasar por momento álgido.

Springsteen sabe a la perfección su oficio y actúa como un reverendo ante su congregación, haciendo que ésta responda a cada mandamiento, a cada gesto, con un espectáculo que no por muchas veces visto pierde efectividad. También cuenta que a Springsteen le gusta jugar con el 'selist' y en esta ocasión de manera evidente. Hasta la llegada de los dos 'nacidos', 'Born in the USA' y el glorioso 'Born to run', el concierto ha ido de sorpresa en sorpresa, siendo la canción más coreada hasta ese instante 'Because the night', la canción que Springsteen cedió a Patti Smith. Pero, a partir de ese momento, Springsteen ha entregado una buena ración de clásicos, con 'Glory days' (la canción que mejor resume lo que es actualmente un concierto de Springsteen, una rememoración de los días de gloria que es, a su vez, otro momento de ídem), 'Dancing in the dark' (con versión infantil de Courtney Cox y amago de baile Carlton Banks), 'Tenth avenue freeze out' (que ha servido para rendir tributo a los que ya no están, con especial protagonismo de Clarence Clemons), 'Bobby Jean' y la versión del 'Twist & Shout' con la que le gusta cerrar sus conciertos últimamente.

Pero todavía quedaba la guinda del pastel, el colofón perfecto. Springsteen ha vuelto con su guitarra acústica y su armónica para entregar una versión en solitario de su mejor tema (por lo menos en mi opinión), 'Thunder road'. Sin acoples y distorsión, ha sido la canción que mejor ha sonado de todo el concierto, demostrando que, además de ser el perfecto 'entertainer', detrás existe lo más importante, canciones tan grandes como para soportar la prueba del algodón y emocionar en su versión más desnuda, sin necesidad de manos al viento o palmas sincronizadas.
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