Joaquín Sabina regresa con un documental sobre su vida y una gira musical con Leiva

El cantante Joaquín Sabina se desmayó en pleno concierto en el Wizink Center de Madrid, el 12 de enero de 2020. Un mes más tarde comenzaba el confinamiento y el artista no lo oculta: cayó en un pozo creativo que se parecía mucho a una retirada anticipada.

Hasta que su amigo Fernando León de Aranoa consideró que era el momento de montar el documental que llevaba 13 años rodando sobre Sabina, que bajo el título de 'Sintiéndolo mucho', se estrenará en cines el 18 de noviembre.

"Durante la pandemia no tenía planes, estaba mudo en el sentido artístico. El documental de Fernando me ha puesto las pilas para escribir y cantar. Estoy en un estado de euforia que no me lo merezco", dijo el cantante en rueda de prensa para presentar el documental.

Y sus planes lo corroboran: en 2023 tiene fechas anunciadas para una gira por España y América. Aunque el anunciado nuevo disco junto a Levia se va a retrasar un poco y no saldrá hasta que finalice la gira cuyo nombre juega con ese vivir al filo de la retirada: Contra todo pronóstico. Sabina y Levia ya publicaron el adelanto de un tema con el mismo título del documental.

"Ni yo mismo sé si esta va a ser mi última gira. Si no es la última será al penúltima, pero no pienso anunciar nada", aseguró. "Pienso disfrutar porque, sobre todo, la gira por Latinoamérica, me cura de todas las tonterías".

Nuevas canciones, una gira y un documental

“Es la primera canción que hago en tres años. No me gusta ir de gira sin canciones nuevas y podríamos ya meternos a grabar el disco, pero he decidido tomarnos las cosas con calma. Grabaremos tres o cuatro temas antes de la gira y luego sacaremos el disco completo. Todas son con Leiva, al menos las más bonitas”, ha explicado con socarronería.

Aunque ha sido rodado a lo largo de 13 años, en 'Sintiéndolo mucho' se muestran especialmente un puñado de días: un viaje a Rota para componer; un concierto en Aguascalientes en 2010 (México), cuando su amigo el torero Jose Tomás sufre una grave cogida horas antes de un concierto con Sabina como testigo en el tendido; otro viaje a Úbeda, tierra natal con relación de amor-odio para el músico; un concierto en Las Ventas, su templo preferido; y también el día de su caída en el Winzik Center.

Asimismo, confesó que le importa su retrato y que le revuelve un poco su imagen pública que considera llena de clichés: "La llamaría caricatura: borracho, putero, nocturno. En alguna parte de mi vida se pareció, ya nada", ha afirmado el artista.

Pero el Sabina más político no se muestra en el documental porque, más que un resumen de su vida, es un testimonio de sus últimos años.

"He estado tiempo muy enfadado con el siglo XXI porque veía que todo lo que pasaba, Trump, Putin, eran cosas feas. Incluso el lenguaje de la gente se ha ido degradando", lamentó primero.

"Aunque como me ponía muy pesimista, el otro día me puse a pensar en cosas buenas y me acordé lo pronto que se consiguió una vacuna para la COVID. Y, de todas las revoluciones del siglo XX, la única que avanza en la feminista y la LGTBI", exclamó emocionado después.

Para terminar, León de Aranoa dirigió la película hacia el terreno que él consideró más llamativo y curioso: el proceso creativo del cantante.

"La poesía es lo que más me interesa en el mundo, más que la música", aclaró el músico-poeta. "Y no me siento minusvalorado como poeta, aunque sí me gusta decir que en mis canciones hay mejor poesía que en mis sonetos", concluyó.

De manera que, parece ser que aún queda mucho Sabina para 2023 y más: "Tengo que decir que tengo 73 años y la caricatura llegó hasta los 50 años. Soy un sobreviente".