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Jornada de reflexión en País Vasco: Álava como feudo electoral que podría generar el vuelco de PNV a Bildu

Acto de Bildu
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Acto de Bildu (Foto: EH Bildu)
sábado 20 de abril de 2024, 10:42h

Este sábado es jornada de reflexión en País Vasco, y a falta de sólo un día para conocer los resultados de las elecciones del 21-A, las cosas no están nada claras. A diferencia de cómo habían sido históricamente en esta región española.

Cerca de 1,7 millones de ciudadanos acuden este domingo a las urnas en el País Vasco para decidir quién tomará las riendas de la Lehendakaritza durante los próximos 4 años. Y lo hacen ante la posibilidad de que se produzca una situación inédita en democracia, puesto que los sondeos reflejan la posibilidad real de que el PNV deje de ser por primera vez la fuerza mayoritaria en número de votos en unas elecciones autonómicas.

Según los últimos datos del barómetro DYM para '20minutos' publicados el pasado lunes, EH Bildu ganaría por primera vez los comicios con un 36% de los votos, aunque habría en un empate técnico con el PNV (28-29 escaños cada uno), que sumaría un 35,6% y dejaría de ser el primer partido en unas elecciones autonómicas desde la reinstauración de la democracia en España.

El CIS de Tezanos también apuntó a un vuelco electoral con la victoria de la izquierda abertzale, liderada por Pello Otxandiano y que podría llegar a obtener entre un 34,2% y un 35,1% del respaldo electoral por delante de los jeltzales. Dado que los de Imanol Pradales obtendrían, según este organismo, entre un 32,6% y un 33,5% de los votos.

De manera que, la victoria de PNV y Bildu podría descantarse por un único escaño. Por lo tanto ¿cuáles serían los feudos que decidirán el ganador este 21 de abril? Para averiguarlo, primero es importante entender cómo funciona el sistema electoral en el País Vasco y su reparto provincial.

El Parlamento vasco está formado por 75 diputados que se reparte de manera equitativa entre las 3 provincias (Álava, Guipúzcoa y Vizcaya), es decir, cada una aporta 25 diputados, independientemente de su población.

Esto se traduce en que los partidos de Álava, con 261.623 electores para este 21-A frente a los 587.711 de Guipúzcoa y los 952.878 de Vizcaya, necesitan menos votos para obtener representación.

"El sistema electoral vasco es algo disparatado, porque las 3 provincias eligen el mismo número de diputados aunque Vizcaya tiene 3 o 4 veces más habitantes", sentenció Manuel Mostaza, politólogo y director de Asuntos Públicos de ATREVIA. "Esto significa que los partidos saben que el escaño es mucho más barato allí", ha añadido.

Álava, según Mostaza, "es más autonomista y menos nacionalista", así que, es uno de los puntos claves de estas elecciones, las primeras en las que el tablero podría dar un vuelco.

Algo que comparte María Silvestre, profesora de Sociología en la Universidad de Deusto. "El desempate es muy posible que se de en Álava. El partido que más papeletas obtenga en este territorio puede incrementar significativamente la diferencia en escaños", explicó.

Pero Silvestre va un paso más allá. "En la provincia, sobre todo en Vitoria-Gasteiz donde se concentra un porcentaje importante del voto alavés, hay un mayor empate entre las formaciones políticas. Ya lo vimos en las elecciones municipales de mayo, donde ganó EH Bildu y, sin embargo, el PNV permitió que la alcaldesa fuera la candidata del PSE".

Pugna de escaños

En este sentido, en Álava podía haber una pugna por un diputado entre PNV (8-9) y PP (4-5). "Es posible que los 'populares' recuperen un escaño con respecto a los comicios de 2020, no sólo porque allí es más barato obtenerlo, sino porque el partido es más fuerte", comenta Mostaza, que también explica que en Guipúzcoa el PP liderado por Javier de Andrés podría subir uno.

"No va a ser fácil. Allí hay un claro dominio de Bildu y del mundo de la extrema izquierda abertzale", señala. "Tampoco va a ser fácil que Podemos entre porque la gran parte de sus votantes se van a ir al voto útil, a Bildu para que no gane el PNV".

Según las encuestas, la formación 'morada', liderada por Miren Gorrotxategi, podría desaparecer en los 3 territorios vascos, mientras que Sumar, con Alba García, podría arañar uno en Álava.

"En País Vasco, estos partidos se ven como formaciones sin arraigo, por lo que no va a ser fácil que consigan algo. Gran parte de este voto se va a ir a Bildu, porque sus votantes consideran que es una fuerza progresista, feminista, altermundista... y no tienen mayores reproches éticos que hacerles", indicó el politólogo.

En cuanto a Vox, con Amaia Martínez como candidata, que consiguió un diputado por Álava en los pasados comicios, podría perderlo este domingo. "Creo que el que tiene lo sacó raspado y que, si se activa un poco el voto útil, lo normal es que lo acabe perdiendo en beneficio del PP", sentencia Mostaza. "Vox está en una trayectoria claramente descendente", remató.

"Una posibilidad real"

A nivel general, Estitxu Garai, profesora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), cree que "son los primeros comicios que realmente se perciben como disputados. Esto ocurre porque todas las encuestas están vaticinando que realmente hay una posibilidad real de que se produzca un sorpaso de Bildu".

Según la experta en política, "el PNV ha tenido normalmente la hegemonía en Vizcaya mientras que en Guipúzcoa, en las elecciones a las Juntas Generales del año pasado, EH Bildu fue la primera fuerza con mayoría holgada".

Así, Garai, que también apunta a Álava como "el territorio mas disputado", pide no olvidarse de la mayor provincia vasca. "Es un territorio que hay que mirar con interés por la cantidad de votos que aglutina", afirma, para añadir que "las distancias que se recorten en Vizcaya pueden ser determinantes".

"La envidiada sanidad ya no existe"

Los vascos van al 21-A preocupados por la sanidad pública, la vivienda y el empleo precario. Por eso, Mostaza aboga por el empate y la imposibilidad de que la izquierda abertzale acabe por formar gobierno.

"Mi sensación es que las elecciones se juegan en la capacidad de movilización que tenga el PNV, que es un partido como no hay otro igual en España. Tienen periódico propio, círculos de socialización como son los batzokis (bares y locales frecuentados por simpatizantes)... es un partido de sociedad", desgrana. "La clave está en conseguir un mayor número de votos que Bildu", dice.

Por su parte, Garai cree que el PSE-EE de Asier Andueza será determinante para poder pactar con los nacionalistas e impedir que los abertzales entren en el Ejecutivo vasco. "Algunas encuestas prevén que la coalición PNV-PSE puede no tener mayoría absoluta, lo que querría decir que dependerán de algún otro socio más. Ya tuvimos una legislatura de minoría y fue muy incómoda para el PNV y para el PSE. Especialmente para el PNV, porque eso le dio más juego parlamentario a los socialistas", agrega.

Mostaza, además, piensa que que los socialistas "están más cómodos con el PNV que con Bildu" y apunta a que "lo normal" es que "se repita la coalición con Pradales de lehendakari y Andueza de vicelehendakari".

Choque de modelos

Pero la novedosa disputa entre los abertzales y los nacionalistas vascos se da, según Garai, porque hay "un choque de modelos". En su opinión, "el PNV parte de una situación de desventaja porque hay una percepción en la sociedad de desgaste de los servicios públicos y esto penaliza al gestor".

La analista detalla que Bildu ha hecho una campaña "propositiva, de intentar una pulsión de cambio, centrada en temas que preocupan a la ciudadanía vasca como el plan de economía e industria, la vivienda o la sanidad".

Además, pone el foco en que en los últimos días de campaña "el PNV se ha centrado en el mensaje del miedo que puede generar que la izquierda abertzale gane las elecciones".

En opinión de Mostaza, "Bildu se ha convertido en una cara más amable de un proyecto muy duro". El politólogo afirma que el partido de Arnaldo Otegi "ha moderado su perfil" lo que hace que mucha gente de izquierdas se acerque.

"La capacidad que tiene la extrema izquierda nacionalista de transformar su mensaje independentista, sin hablar de lo identitario y sí tocando lo social atrae claramente al votante de Podemos, de Sumar, y el de más de izquierda del PSOE, que no quieren ver al PNV".

Sobre las polémicas declaraciones de Otxandiano sobre ETA, en las que no quiso definir a la organización como banda terrorista, Mostaza lo deja de lado y cree que no influirá en el voto de este domingo. "Es pura proyección", asevera.

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