Carrión, absuelto del intento de magnicidio contra Correa

"Salió en libertad", señaló al apuntar que ahora, Carrión tratará "de irse adaptando nuevamente a la vida normal" tras siete meses en prisión. A su salida, Carrión dijo que no siente rencor ni venganza contra quienes lo acusaban y que desea que nadie viva lo que a él le ha tocado atravesar, relató el abogado. Al ser un oficial en servicio activo, Carrión debe presentarse el próximo lunes en la Comandancia de Policía: "Vamos a estar vigilantes, cualquier persecución será denunciada inmediatamente, cualquier persecución", subrayó López. Un tribunal de Quito absolvió ayer a los últimos cuatro acusados por la sublevación policial del 30 de septiembre pasado, incluyendo a Carrión, que dirigía el hospital donde estuvo Correa durante un suceso que el Gobierno interpretó como intento de golpe de Estado. El coronel Carrión y los agentes Luis Martínez, Jaime Paucar y Luis Bahamonde fueron declarados inocentes de los cargos imputados, incluido el de intento de magnicidio, por el Quinto Tribunal de Garantías Penales de la provincia de Pichincha, cuya capital es Quito. Carrión, que entonces se desempeñaba como director del hospital policial donde Correa estuvo retenido, fue acusado de presuntamente negarse a abrir la puerta de ese centro, cuando el mandatario intentaba refugiarse ahí ante el asedio de los manifestantes. En su informe semanal de labores, Correa dijo hoy que el caso aún no ha terminado pues hay opción de apelación y volvió a retar a Carrión a que se someta a una prueba de polígrafo sobre lo que ocurrió el 30 de septiembre. López señaló que estarán "vigilantes de la secuencia que tenga el juicio en la Corte Provincial y en la Corte Nacional de ser necesario, en caso de que haya alguna apelación". Asimismo, indicó que acudirán a la Asamblea Nacional en busca de mecanismos "para procurar la intervención de algún veedor extranjero que tenga credibilidad a nivel internacional". Ello -dijo- lo harán "de ser necesario en caso de que veamos que hay algún tipo de persecución". El 30 de septiembre pasado, cientos de agentes descontentos por unas disposiciones salariales en la institución realizaron una protesta que luego derivó en un alzamiento, que incluyó la retención de Correa en un hospital policial de Quito dirigido entonces por Carrión. Hasta ahora no se ha condenado a nadie por su participación en el alzamiento, en el que murieron ocho personas. Un juez puso en libertad en abril pasado a otro de los principales acusados por el Gobierno, Fidel Araujo, un mayor retirado del Ejército cercano al expresidente Lucio Gutiérrez (2003-2005), ahora en la oposición.