Crónica del concierto de Symphony X en Madrid
viernes 14 de octubre de 2011, 10:41h
Una cosa quedó clara en el concierto de Symphony X y en toda
esta reciente gira que está realizando para presentar su último trabajo,
'Iconoclast': pocos grupos pueden presumir de lanzar un nuevo disco, basar su
setlist del concierto en ese material y pretender que nadie se escandalice.
Pues los de Russen Allen y Michael Romeo lo hicieron, con dos narices, y
triunfaron. Y eso que su 'Iconoclast' no ha conseguido muchos adeptos...
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Symphony X
P.M.B.
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Pagan's Mind
P.M.B.
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Pagan's Mind
P.M.B.
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Symphony X
P.M.B.
Sí, soy de esos tipos raros que casi siempre piensa al revés
que la mayoría. No por llevar la contraria. Para nada. Pero es que nunca he
podido poner a Symphony X en mis altares musicales. Siempre su música me ha
parecido un conglomerado poco atractivo de epic, synphonic, power y heavy metal con toques
progresivos. Demasiado rápido a veces, otras demasiado denso, otras demasiado
perdido. Nunca me encandiló. Pero llegó en este 2011 el álbum 'Iconoclast' y
todo cambió en mí. Sin embargo, la mayoría del público y de la prensa
especializada considera este último disco un pequeño traspié en el historial de
la banda de Nueva Jersey y un cierto abandono a la senda progresiva. No puedo
estar más en desacuerdo.
Este 'Iconoclast' sencillamente me encanta. Es directo, es
melódico y sí, es muy enérgico y metalero, pero siempre desde una clave para
todos los públicos, sencillo y directo, sin pasajes interminables de loops
guitarreros y solos de absoluta frialdad. Sin embargo, lo bueno de la crítica
musical es que cada uno puede tener distintas posturas y enriquecernos con las
divergencias, que no las enemistades ni rivalidades.
El caso es que anoche pudimos verles en un concierto más que
majo en Madrid, aunque la sala era en parte la co-protagonista de la noche.
Había que analizar cómo sonaba Penélope -y no me refiero a la canción de
Serrat-. Esta sala, que cuando yo era un crío se llamaba MOPU y era un antro de
pachangueo y quinceañeros con la hormonas como chinches -yo entre ellos, por
supuesto-, ahora es una pequeña sala de conciertos coqueta, bien preparada para
shows pequeños... pero no para unos Symphony X. Y menos para unos Opeth que el
próximo 19 de noviembre sonarán en dicha sala.
Craso error. Sin duda. No suena mal, y se le pueden sacar
buenas prestaciones, pero ni el aforo es suficiente -apenas caben unos 200- ni
la sonoridad es perfecta. Víctimas de esas condiciones acústicas fueron los dos
teloneros de Symphony: los italianos DGM y los noruegos Pagan's Mind. Hay que
decir que los ítalos estuvieron tremendos y nos encantaron, con un metal
progresivo muy melódico y directo. Además son simpatiquísimos y no dudaron en
juntarse con el público tras su turno. De Pagan's Mind debo decir que me
decepcionaron. Era la primera vez que les veía, y había ganas tras su reciente
gran disco 'Heavenly Ectasy'. Pero entre el sonido saturado y que no les vi
nada frescos, me pareció un concierto de casi una hora más que soso.
Y el plato fuerte, sin embargo, no pudo decepcionar a nadie.
Imposible. Los norteamericanos Allen, Romeo, Pinnella, Lepond y Rullo hicieron
lo que mejor saben: un show directo, metalero, entretenido, cercano y cálido. A
Russen Allen le vale acercarse unos centímetros a la primera fila para hacer
enloquecer al público. Es tremendo el carisma de este tipo que ahora acompañará
a Mike Portnoy de Dream Theater en su nueva andadura en Adrenaline Mob. Y de
voz, qué decir... Sin esfuerzos, consigue desplegar un repertorio vocal
tremendo y cumplir las expectativas. Romeo y compañía igual. Más discretos
estuvieron Michael Pinnella en los teclados y Jason Rullo en la batería. Pero
bajista, guitarrista y vocalista estuvieron de libro.
Y como decía al principio, el puntazo tremendo fue el repertorio.
Tocar 8 temas de un nuevo disco está en manos de muy pocos. Sobre todo si
hablamos de un concierto de hora y media, no de dos o más duración. Y es que
los temazos de 'Iconoclast' son tremendos para el escenario, y suenan genial en
versión en directo. Desde el inicial 'Iconoclast' a temazos como 'The End of
Innocence' o 'Dehumanized' hicieron que la descarga metalera hiciera temblar
las paredes de la sala. Eso sí, el gran mérito de Symphony X es convertir un
reciente tema como es la tremendísima 'When All Is Lost' en todo un himno ya
clásicos para el grupo y su público en tan sólo unos meses. Sus 10 minutos de
delirio melódico entre la balada, el medio tiempo y el epic-metal fue sin duda
lo mejor de la noche.
Después, greatest hits para los nenes y las nenas. Los
fans de la banda gozaron de lo lindo y sin embargo fue cuando peor sonó el
grupo, con una saturación de graves más que terrible. Allen hacía señales
continuas a la mesa, pero entre sonrisas y disimulos. Era una fiesta, y no
convenía amargar la noche. Ellos pusieron la letra y la música, la energía y la
llama. Nosotros, como público, la sinfonía. Porque si algo queda claro en un
concierto metalero como éste es que el acompañamiento de los asistentes es de
entrega total, y al final su show se convierte en un gran karaoke y un baile de
headbangers.
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- Ficha técnica:
Madrid, 13 de octubre de 2011, sala Penélope
Hora comienzo: 21:30 h. | Hora final: 23:00
Teloneros: DGM (19:30-20:00); Pagan's Mind (20:10-21:00).
Espectadores: 300 aprox.
Género: Metal progresivo, power-epic-symphonic metal
- Set list:
1. Iconoclast
2. End of Innocence
3. Dehumanized
4. Bastards of the Machine
5. Electric Messiah
6. When All is Lost
7. Children of a Faceless God
8. Heretic
9. Inferno (Unleash the Fire)
10. Of Sins and Shadows
Encore:
11. Eve of Seduction
12. Serpent's Kiss
13. Set the World on Fire (The Lie of Lies)
- Músicos:
- Russell Allen: Voz
- Michael Romeo: Guitarra
- Michael Pinnella: Teclados
- Michael Lepond: Bajo
- Jason Rullo: Batería
- Calificaciones técnicas:
Set list: 8
Sonoridad: 7
Duración: 8
Interpretación: 8
Actitud: 9
Público: 9
Media: 8,1