'Tentación en Manhattan': Carrie Bradshaw, mamá trabajadora

La dirección de la película corre a cargo de Douglas McGrath pero la verdadera cabeza pensante de todo el proyecto es la guionista Aline Brosh McKenna, responsable de los guiones de 'El diablo viste de prada' y '27 vestidos'. En 'Tentación en Manhattan' de lo que es responsable es del fallo irremediable en el engranaje de la película. El guión está tan alejado de la realidad como 'Crepúsculo' de una película de vampiros. Además el hecho de que a la protagonista, Kate Reddy, la ponga cara una Sarah Jessica Parker imitando manierismos de su personaje de Carrie Bradshaw, hace que todo parezca más ilusorio si cabe. Y el hecho de mezclar la ficción con algunos personajes hablando directamente a cámara huele a copia de 'Modern Family'.

La película trata de una mujer a la que su guapo marido arquitecto adora, cuyo trabajo de ejecutiva en una gran empresa le encanta, que tiene dos maravillosos hijos, de la que se enamora su misterioso y atractivo compañero de trabajo, que tiene una amiga que siempre está cuando la necesita, una ayudante adicta al trabajo y un jefe que se muestra totalmente compresivo. Éstos son los conflictos a los que tiene que hacer frente Carrie, digo Kate, a lo largo de la película. Luego están sus oponentes, un estúpido compañero de trabajo al que se le ha rodeado de todos los clichés del trepa y una madre no trabajadora, vulgar e ignorante, amante de las apariencias que odia a su familia y es una entrometida. Con estos mimbres, uno no sabe si al final todo saldrá de rechupete y Carrie, digo Kate, saldrá bien parada y tendrá su merecido final feliz, con perdiz incluida. Como ven, una realista fábula sobre la madre trabajadora.

La película podría funcionar en su parte cómica, pero 'Tentación en Manhattan' es tan divertida como realista. Encima es tan poco inteligente de sacar una escena de 'Luna Nueva', cuando el clásico de Howard Hawks, estrenado en 1940, también trata el tema de una mujer trabajadora y lo hace de una manera mucho menos trasnochada que esta producción de 2011. Claro que comparar una y otra es una afrenta para la película protagonizada por Cary Grant y Rosalind Russell.

Uno de los grandes activos de 'Tentación en Manhattan' es su reparto, lleno de caras conocidas y actores más que solventes, pero tampoco sabe sacar partido de ello. Sarah Jessica Parker no logra salirse de la piel de su personaje más conocido, Pierce Brosnan y Greg Kinnear, aunque nunca trabajasen en 'Sexo en Nueva York', parecen sacados del reparto masculino de la serie. Christina Hendriks y Kelsey Grammer resultan totalmente desaprovechados pero al menos traen a la memoria lo buenas series que son 'Mad men' y 'Frasier'. Pero la palma se la llevan los dos pobres actores encargados de interpretar a los 'adversarios' de la heroína. Seth Meyers y Busy Phillips tienen que recitar directamente a cámara las peores frases de un guión ya de por sí bastante malo.

La película va dirigida al público que ha visto crecer a Carrie Bradshaw en la pequeña pantalla. Para ello han decidido que el siguiente paso era verla al frente de una familia, tan vital y jovial como siempre. Pero ni por todos los modelitos, ni los zapatos Manolo Blahnik del mundo lograrán convencer a nadie de que 'Tentación en Manhattan' es una buena película.