www.diariocritico.com

Gran faena del vasco no rematada con el estoque

Fandiño ante el tercero de la tarde
Fandiño ante el tercero de la tarde

Toros bravos de Adolfo y un sólo torero bravo: Iván Fandiño, que hizo el faenón de esta pésima Feria

sábado 02 de junio de 2012, 22:54h
San Isidro se cerró con una interesantísima corrida de Adolfo Martín, con varios toros bravos, a la que sólo le echó bravura, amén de buen toreo Iván Fandiño, que marró a espadas la faena de la Feria y un triunfo sonado. Juan Bautista se justificó y Moreno, como se esperaba, anduvo medroso.
Una figura de verdad de verdad de la buena. Un coletudo capaz de hacer el toreo auténtico y sin ventajas a las divisas comerciales -como las figuritas consagradas-, sí, pero también a los hierros duros y/o encastados -lo que esos figurones consagrados no se atreven-; pongamos que se habla/escribe de Iván Fandiño. Que en la última del ciclo isidril festoneó ante el bravo 'Mulillero' un faenón de altura, el más completo y macizo de la Feria... y que no redondeó con la espada en un fallo del que es posible que se acuerde en el futuro.

Porque tras un excelso comportamiento en el caballo del burel de Adolfo Martín, como todos en la mejor corrida en tal aspecto de todo el abono, el coletudo vasco apostó fuerte, cual es habitual en él, por darle distancia, ponerle la pañosa 'planchá' y embeberlo con verdad y gallardía para rematar el pase detrás de la cadera donde enlazaba con una ligazón perfecta con el siguiente. O con arrebatados de pecho en los que fiera y hombre se fundía en una estatua monumental.

Así varias series en redondo, en las que no olvidó intercalar variados adornos de remate, siempre con las ventajas para el bicorne. Vio claro que ese pitón derecho era el de los cortijos -cual destacan los cronistas antiguos- y que por el izquierdo no tenía nada que ofrecer, como demostró cuando se cambió de mano a petición del público. Tras volver a la derecha, cuadró a 'Mulillero' y para poner la guinda intentó matarlo en la suerte de recibir. Pero fue una desgracia: marró varias veces y enterró un enorme éxito que le habría convertido en triunfador estadístico indiscutible -lo es por calidad- de la Feria.

No es que dé igual, no. Mas ahí queda esa lección de esta figura de verdad, superior a las que mandan en el escalafón y que, salvo Castella, han pasado de puntillas por el ciclo. Fandiño, torero de Madrid, torero y figura de verdad de verdad de la buena, lo intentó con el sexto, muy parado, aunque con entrega en el caballo, sin resultado. Tampoco Juan Bautista alcanzó el triunfo que le puso en bandeja otro bravo bicorne, el segundo, con el que se lució en el capote compitiendo con Fandiño, pero al que ahogó en exceso en la muleta aun dejando ramalazos sueltos.

Triunfo de las ganaderías duras en la peor Feria

Con el quinto, paradote y reservón, no tuvo opciones el fancés. Y ninguna quiso alborear el medroso José Luis Moreno, impropio ahora con estas corridas con las que sí se lucía años ha. Con la gravedad de que se le fue otro magnífico y bravísimo burel, el que abrió festejo, al que aplicó unos intentos periféricos y desganados. Igualmente el cuarto, sin alcanzar tal catadura, merecía más -también el público y el ganadero, pero el cordobés no estaba por la labor. 

De modo que el epílgo isidril, como en los días precedentes de Ibán, Escolar y Cuadri -las duras y/o encastadas ante las que las figuritas y/o figurones jamás se anuncian- nos trajo al toro/toro. Como los 'adolfos', todos bravos, en diversa gradación, en el caballo, al que se lanzaban desde lejos; todos encastados y listos, también en diversidad; todos toros de lidia, que no defraudaron. Al revés que los 'comerciales' de Domecq y Núñez -salvo la de Alcurrucén- elegidos por las figuras y/o figurones y que nos aburrieron tarde tras tarde.

Y un último apunte. La crítica independiente y casi la otra ya hizo un análisis común de los carteles: son muy malos; los peores de la historia, por ausencias y por sus combinaciones, amén de por los hierros anunciados. Y acertó. Ha sido la crónica de un fracaso anunciado, con fiasco ganadero salvo las excepciones ya reseñadas, sólo tres orejas cortadas por los matadores y sin una sóla Puerta Grande de éstos, lo que jamás de los jamases había acontecido. Enhorabuena a la empresa y al Centro de Asuntos Taurinos, que dio el visto bueno a los carteles y que en estos y otros desafueros es tan responsable y 'desolé'. No hacen falta antitaurinos: el enemigo está dentro. Y más 'desolé'.

FICHA DEL FESTEJO

Toros de ADOLFO MARTÍN, con el trapío propio de su encaste, bravos en el caballo y encastados, con 5º y 6º reservones; 4º flojo. JOSÉ LUIS MORENO: silencio; pitos. JUAN BAUTISTA: ovación; silencio. IVÁN FANDIÑO: gran ovación y saludos tras aviso; silencio. Plaza de Las Ventas, 2 de junio. 24ª y última de Feria. Lleno de 'no hay billetes'. 
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
1 comentarios