"El Gobierno francés mantiene su compromiso de aplicar reformas presupuestarias y estructurales para mejorar el potencial de crecimiento del país", señala la agencia de calificación, que el año pasado despojó a Francia de la máxima nota de solvencia, decisión secundada recientemente por Moody's.
No obstante, S&P apunta que la perspectiva 'negativa' asignada a la calificación de Francia supone que existe "al menos" una posibilidad entre tres de que el país galo vea rebajada su nota en 2013.