¿Cómo les ha ido la feria? ¿Qué
es lo mejor y lo peor de este macro-evento? Es duro 'pisar moqueta' durante
tres días y conseguir que un comprador o un importador se fije en una determinada marca o bodega entre miles
de referencias.
Muchos de los bodegueros han
asegurado que el éxito de este evento se ha debido, especialmente, al cambio
que se está experimentando en el concepto de feria como punto de encuentro inicial
con potenciales clientes.
Así lo explicaba Javier Navarro, comercial de
Exportación de Bodegas Tintoralba, de
Higueruela en Albacete quien nos
contaba que "el negocio se desarrolla durante todo el año, pero el punto de
encuentro es Fenavin. Es importante
que existan ferias comerciales para que la gente pueda probar los productos".
Algunos tienen la sensación de
que por fin se ha dado con la fórmula de la profesionalidad. "La agenda de este
año ha funcionado mejor que otros años en los que el importador venía invitado
y no tenía realmente interés en comprar. Esta vez se probaba el producto, con
agenda cerrada, y nos decían que iban después a otro sitio. Ha ganado la feria",
contaba Blanca Muro, directora de
Exportación de Bodegas Latúe de Villanueva de Alcardete, en Toledo.
"Ha venido gente que no nos
esperábamos, espontáneos que te dan alegrías, al margen de las citas que
teníamos", explica Rafael López-Alonso
de Bodegas Martúe, en La Guardia (Toledo)
Javier Román, representante en Fenavin de Bodegas y Viñedos Sánchez Muliterno de El Bonillo (Albacete), comenta
que "ha sido interesante, más desde el punto de vista de cara a exportadores,
aunque ha habido menos clientes nacionales. Pero en exportación ha estado
bastante activo".
En el otro lado de la balanza, opiniones
algo menos positivas como la de María
Cristina Fernández, gerente comercial de Bodega y Viñedos Ecológicos Dominio de Punctum, de Las Pedroñeras (Cuenca) quien cree que
esta edición ha resultado "más flojita, probablemente por la situación del
país. A pesar de ello, ha sido muy profesional. Es el único evento serio que se
hace en España".
César de Miguel, de Finca La Rinconada, en Castronuño (Valladolid)
hace un balance positivo de su paso por la feria. Desde esta bodega que
compartía stand con la Bodega Río Negro
de Cogolludo (Guadalajara) y que colaboran en proyectos comerciales,
presentaban una oferta de la llamada 'bodega boutique', comentan que esperaban "quizá
menos pero comparado con hace dos años...más o menos".
Para Noelia Madrid, de Bodegas Iniesta en Fuentealbilla (Albacete) la
feria "ha ido bastante bien sobre todo en el ámbito internacional. Pocos chinos
y muchos de
Estados Unidos y Alemania". En su opinión, es una ventaja poder
concertar las reuniones antes de venir, a través del programa 'Contacte con...'.
Una opinión que comparte Juan Carlos
Arenas, de Bodegas Malvidinas de Cebreros, en Avila. Su primera vez en la
feria y están satisfechos. "Esta es la feria de vinos de España si quieres
vender fuera y homogeneizar compradores".
¿Qué hay que mejorar en Fenavin?
Con la satisfacción contenida, a
la espera de unos resultados de negocio que no se conocerán hasta semanas o
incluso meses después de la feria, cuando se concrete o no un contrato de la
bodega con quienes la visitaron, todos hablan de pequeños aspectos mejorables en
la feria.
Muchos profesionales del sector
han coincidido en que el punto de lavado de copas es pequeño y excesivamente
caro, de ahí que los lavabos de la feria se convirtiesen en improvisados
servicios para la evacuación del vino. Algo prohibido por la organización que
casi todos se saltan a la torera y que muchos como Juan Carlos Arenas, ven como un elemento a mejorar.
Otro de los problemas, ha contado
María Cristina Fernández, es que
"Ciudad Real es una ciudad muy pequeña y la capacidad hotelera es un desastre.
Tengo clientes que han tenido que
marcharse a 80 kilómetros. La ventaja de Ciudad Real es la cercanía con las
bodegas".
"La organización está bien pero
muchos de los compradores que traen no vienen a comprar, es quizá uno de los
grandes problemas. Se les costea el viaje y algunos vienen a pasear por España,
pero, claro, filtrar eso no es sencillo. Sin embargo es una feria en la que hay
que estar. Es la mejor monográfica de vinos de España", asegura César de Miguel.
Pese a los inconvenientes, los
bodegueros han resaltado la calidad de los servicios, las instalaciones y los
servicios prestados. "Algo positivo es el tema de la consigna para guardar el
equipaje, que no se disfruta en otras ferias", ha destacado Antonio Blasco, comercial de Importación de
Viñedos de Pozanco, de Extremadura.
Y por cierto, algo importante
para el vino: "Afortunadamente ha hecho menos calor que otros años que fue
horroroso", comentaba riendo César de
Miguel.
Hacer negocio... "en cualquier lugar, a veces en el baño"
Anécdotas y relatos curiosos
tampoco han faltado en esta edición de Fenavin. Una de ellas, según ha contado Antonio Blasco, es la capacidad de
hacer negocios en cualquier lugar.
"Se hacen negocios en los sitios
más extraños. Me he encontrado en los baños, lavando copas, con unos
compradores polacos con los que he intercambiado información".
También existen situaciones en
las que algún producto complementario, como "las delicias de vino" de la Bodega Entremontes de Quintanar de la Orden
(Toledo), unas gominolas a base de vino que han tenido un gran éxito, según
Juan Carlos Armenteros.
Otros, han sido 'invadidos' no sólo por
compradores, como es el caso de Bodegas
Latúe, que han presentado un vino ecológico que ha tenido muy buena
acogida.
"Político que ha pasado por la feria, político que ha parado en
nuestro stand, somos la bodega en agricultura ecológica más grande de Europa", contaba
Blanca Muro.
"Hemos tenido anécdotas con gente
con la que habíamos contactado por correo electrónico a la que no ponemos cara.
Los teníamos esperando, a veces son clientes importantes y no lo sabemos porque
no los hemos visto nunca y, mientras, estamos con otras personas que quizá no
lo son tanto", comenta Javier Navarro.
A otras, como a Bodegas Iniesta, les condiciona una
gran foto del jugador del Barcelona que preside el stand, de la que muchos
quieren llevarse una instantánea. "Lo primero que nos preguntan es si va a
venir Andrés Iniesta y después si la
bodega es suya o si es accionista. Claro, le decimos que la bodega es suya",
comenta Noelia Madrid
El comentario: ¿Cumbre Mundial
del Vino?
Uno de los comentarios durante la
feria ha sido el anuncio de la presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal de organizar una
Cumbre Mundial del Vino, al margen de Fenavin. Se llevaría a cabo este año y la
presidenta propone que Fenavin sea una parte de esta Cumbre aunque eso, genere
ampollas entre los organizadores, la Diputación de Ciudad Real, gobernada por el
PSOE.
"¡Política! El tema comercial va
por otro lado. Echamos de menos que muchas veces se destine mucho dinero a
acciones que están bien pero que se podrían emplear de otra forma para hacer
una promoción mucho más razonada. Son políticos. Juegan su papel pero es como
pedirle peras al olmo", critica Javier
Navarro.
"Me parece interesante que la
Cumbre Mundial del Vino se pudiera hacer de forma paralela a Fenavin. Que se
hiciera al mismo tiempo porque se aprovecharía la visita de importadores para
hablar, para discutir... No me parece mala idea", según comenta Blanca Muro de Bodegas Latúe.
Juan Carlos Armenteros está de acuerdo con esta medida, aunque
opina que Fenavin y la Cumbre del Vino deberían ser dos eventos totalmente
distintos. "Igual hay que compartir y hacerlo en otra provincia para que todos
los castellano manchegos tengan acceso al vino de La Mancha".
Para Juan Jiménez Iniesta, comercial de Bodegas Iniesta, "sería un error
unificar ambos eventos. Sería quitar el nombre que ya tiene Fenavin. Apostaría
por dos cosas distintas y en ciudades distintas".
"Me parece muy buena iniciativa.
Todo lo que sirva para que España se dé más a conocer al exterior está bien",
concluye Rafael López-Alonso.