La influencia de las decisiones de los bancos centrales sobre los mercados ha ido aumentando en los últimos años, quedando relegados a un segundo plano los datos económicos. Ayer la atención estaba en la publicación de las actas de la última reunión de la Fed con el fin de disponer de una visión más amplia en relación a lo que pueden ser sus próximas actuaciones con respecto a la reducción de los programas de estímulos monetarios, sobre cuando podrían subir los tipos de interés y también sobre cómo se desarrollo la reunión bajo la tutela de su nueva presidenta. Las actas muestran unanimidad en la decisión de abandonar los umbrales de empleo e inflación. Una gran mayoría de ellos coincide sobre cuando empezar a subir los tipos de interés, aspecto que junto con la política de comunicación fue tratado en una videoconferencia "secreta" a principios de marzo. La expectativa es que se mantendrá una reducción progresiva en la compra de activos y que unos seis meses después de finalizar el programa de retirada de estímulos, realizar a mediados de 2015 la primera subida de tipos de interés. En general se confirma lo señalado por la presidenta en la rueda de prensaposterior a la reunión. Por otro lado el Banco de Inglaterra finaliza hoy su reunión mensual en la que no se esperan cambios ni en los tipos ni en el objetivo de compra de activos, por lo que la Fed sigue siendo el único de los grandes bancos centrales que continuará retirando estímulos monetarios, mientras el BoJ y el BCE, estudian como aumentarlos.
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