La contracción del PIB japonés y la entrada en recesión han llevado al Primer Ministro de Japón a disolver la Cámara Baja y convocar elecciones anticipadas. Aunque su popularidad ha caído en los últimos meses por debajo del 50%, las encuestas de opinión siguen dando como vencedor a su partido, el Partido Liberal Demócrata, que actualmente tiene mayoría en la Cámara Baja al ocupar 294 de los 480 escaños. Las reformas económicas han sido uno de los ejes principales de los dos años de legislatura y a pesar de las críticas, el Primer Ministro señala que la combinación de la política monetaria ultra expansiva, un fuerte gasto público y las reformas son la única forma de terminar con la deflación y reactivar la economía.
Con la decisión de convocar nuevas elecciones busca lograr el respaldo popular para continuar con su programa económico, y aunque ha anunciado que aplazaría hasta 2017 la subida del IVA desde el 8% al 10%, también ha señalado que la subida de impuestos va a ser inevitable para financiar los crecientes costes de la seguridad social, financiar el déficit y contener el enorme nivel de deuda. Aunque la decisión de convocar elecciones parece tener un marcado aspecto económico, el Primer Ministro también quiere aprovechar el caos interno en el principal partido de la oposición para celebrar los comicios y tratar de disponer de cuatro años más para seguir con las reformas. Esta madrugada el Gobernador del Banco de Japón confirmó tras la reunión de dos días que seguirán con el programa de compras de bonos soberanos y la política ultra expansiva hasta que la inflación se sitúe de forma estable en niveles del 2%.
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