Cuando lo irracional es más hermoso que la experiencia devidas vacías perpetuadas día tras día, el desenlace depende de las decisiones, decisiones que hay que tomar con audacia. Se trata de las vidas de Catherine (Elena González) y Art (Pepe Viyuela), dos corazones que se irán haciendo de “mármol” ante la realidad que viven con sus parejas, Ben (José Luis Alcobendas) y Anne( SusanaHermández). Ambos han tenido y tienen, porque es un sueño recurrente, el mismo sueño -erótico-, un sueño que va apropiándose de sus pensamientos y que hacen tambalearse los cimientos de años de convivencia.
Pero no sólo la obra se sustenta en la anécdota del sueño, sino que sirve a la autora, Marina Carr (Irlanda, 1964) para revelar un trasfondo cercano al pensamiento nihilista, referencias a la vida como una jungla en la que el contrato social apenas existe, así como numerosas cuñas de humor a través de la sinceridad y las deducciones de los personajes.
Vidas que van desvelándose grises y frías y en cuyas metamorfosis coadyuva la escenografía con sólidas reminiscencias urbanas y las transiciones entre escenas que interponen semióticamente significado al texto final de cada una de ellas.
Magistral la interpretación de Pepe Viyuela, José Luis Alcobendas, Elena González y Susana Hernández, llena de naturalidady de frescura y cuando es necesario de sabiduría. Se puede ver bajo la dirección de Ernesto Caballero en el Teatro Valle-Inclán (Centro Dramático Nacional) hasta el 30 de diciembre.
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