Lisboa será la ciudad más cara del mundo el 24 de mayo

Si conseguir una entrada para la final ya es difícil, los precios de reventa superan los 3.000 euros, pasar una noche en Lisboa el 23, 24 o 25 de mayo es casi misión imposible. Y no solo porque los precios por noche de un hotel de dos estrellas ronden los 2.000 euros, es que además no queda casi ni una sola habitación en 40 kilómetros a la redonda de la capital de Portugal.

Este mismo martes el Real Madrid hace el sorteo de las 12.000 entradas que va a sacar para sus socios, mientras que el Atleti repartirá las suyas entre los socios con mayor antigüedad. Pero a esos 24.000 seguidores hay que sumar que los clubs tienen cada uno otras 5.000 para repartir entre jugadores y empleados. Precisamente los primeros han puesto el grito en el cielo porque tienen serias dificultades para alojar a sus familiares.

Esto hace unos 34.000 aficionados desplazándose hasta Lisboa pero se calcula que entre otros 8.000 y 10.000 se acerquen sin entrada, lo que va a suponer un enrome ingreso para las arcas municipales. A pesar de estos precios prohibitivos, que han provocado la ira de los aficionados, el Ayuntamiento de Lisboa prepara una campaña para convencer a los madrileños para que alarguen su viaje a la capital lusa después de la final de la Liga de Campeones. A partir del lunes, anuncios televisivos y en la prensa invitan a los aficionados españoles a descubrir las atracciones turísticas, culturales y gastronómicas de la ciudad más allá del Estadio de la Luz del Benfica. Claro que a partir del lunes los precios volverán a ser "normales".

Porque poco de normal tiene el precio de una habitación de hotel durante la noche del partido. Por ejemplo, el Turim Alameda Hotel, un hotel de cuatro estrellas, pide más de 7.000 euros por pasar la noche entre sus cuatro paredes. En Madrid en el Ritz esa misma noche se pagarían "solo" 610 euros.

No solo Lisboa sino que localidades próximas como Cascais, Vila Franca de Xira o al otro lado del río Tajo, en Almada o Montijo, ciudades unidas a la capital por ferry, están colgando el letrero de no hay habitaciones en sus hoteles y hostales, ya que una gran parte de los aficionados españoles se desplazarán en coche aprovechando la cercanía con Portugal, 600 kilómetros entre Madrid y Lisboa. Los que quieran utilizar el avión también se enfrentarán a una subida de precios descomunal, llegando a multiplicarse por diez los 100 euros que suele costar el billete en compañías como Easyjet. RENFE puso a la venta 2.000 plazas extraordinarias para la final europea por las que pueden pagarse unos 60 euros, aunque deberán pasarse cerca de once horas en un vagón coche-cama.