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Los ponentes del coloquio 'Autolesiones en adolescentes, ¿qué podemos hacer?'
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Los ponentes del coloquio 'Autolesiones en adolescentes, ¿qué podemos hacer?' (Foto: Mónica González / Road Experience)

Las autolesiones en adolescentes se disparan: "Sufren una anestesia emocional"

martes 20 de febrero de 2024, 03:18h

La psicología de la infancia y la adolescencia destaca que entre un 16-18 por ciento de los adolescentes se ha autolesionado en alguna ocasión, según datos de España y mundiales, siendo la edad de inicio los 11 años.

Las autolesiones consisten en heridas en la piel, normalmente cortes de poca profundidad pero dolorosos, llegando a sangrar y dejar cicatrices, también llamados 'cutting'. La persona lo suele hacer de forma repetida y sin intención de suicidarse. Las zonas más comunes son los antebrazos, las piernas y el vientre. Se suelen realizar por varios motivos, buscando una disminución del sufrimiento, como medio para expresar el dolor o la ira y como forma de autocastigo. En ocasiones también es una manera de castigar a los padres, pero siempre llevan un dolor profundo y una falta de recursos para gestionarlo.

Ante esta problemática, que ha sufrido un incremento de casos en los últimos años, los profesionales de la salud, educadores y familias necesitan una abordaje urgente que permita atajar esta cuestión de salud pública y que requiere de atención inmediata.

Foto: Mónica González

'Autolesiones en adolescentes, ¿qué podemos hacer?' es el título de la charla que ha tenido lugar en el Hospital de Día Recurra Ginso, ubicado en la calle Roncesvalles, 2. Especialistas en psiquiatría infantojuvenil se han dado cita este lunes para debatir sobre el preocupante incremento de las tendencias autolesivas entre los adolescentes y explorar las estretagias de prevención.

"El daño físico mata el emocional"

La salud mental en los jóvenes es uno de los temas de los que más se ha hablado desde la pandemia. Los datos hablan por sí solos: "Los trastornos mentales como la depresión y la ansiedad en adolescentes han subido entorno al 20 por ciento después del Covid-19, pero las autolesiones se han incrementado más del 80 por ciento", detalla Celso Arango, asesor clínico de Recurra Ginso, jefe del Servicio de Psiquiatría del niño y adolescente del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (HGUGM) y expresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP).

Arango ha sido uno de los ponentes de este coloqio junto a Javier Urra, director clínico de Recurra Ginso; la doctora Ana Espliego, psiquiatra infantil del Hospital General Universitario Gregorio Marañón; y María Domínguez, enfermera del Hospital General Universitario Gregorio Marañón en el programa Atrapa. Un espacio de diálogo y aprendizaje en el que los expertos han compartido sus conocimientos y experiencias para conocer las causas que motivan estos comportamientos, así como han expuesto las mejores prácticas para su prevención y manejo.

 Celso Arango (Foto: Mónica González)"El daño físico mata el emocional", explica Arango. En otras ocasiones, señala el psiquiatra, "tienen una anestesia emocional y el dolor físico les alivia de seguir en este mundo. Y otras veces es la manera que tienen de protegerse del caos y se centran en algo". Autolesiones que resulta crucial detectarlas para minimizar las consecuencias contraproducentes que tienen en la salud con el fin de ayudar a quienes las están padeciendo a afrontar su sufrimiento de forma positiva y para evitar que se sigan extendiendo entre la población infanto-juvenil. Sin embargo, "más del 50 por ciento de los adolescentes que se cortan, queman o arañan no se lo dicen a sus padres, ni amigos ni profesores. Suelen detectarse de forma accidental". Resulta de vital importancia prestar atención a algunas señales como si suele preocuparse en exceso, si expresa escasamente sus sentimientos o lo hace de forma impulsiva o agresiva. "También si usa manga larga y ropa que cubre mucho incluso cuando hace calor", concreta Arango. Las marcas inexplicables en la piel, heridas que no curan o continuos moratones también pueden indicar posibles autolesiones.

"Lo primero que hay que hacer es no banalizar estos comportamiento, que esto se hace para llamar la atención, nadie se produce un daño físico para llamar la atención. Algo malo me está pasando. Detrás de estas conductas autolesivas se esconden cuadros depresivos, trastornos de ansiedad, de personalidad y problemas con el control de los impulsos", explica el experto. Por este motivo es tan relevante estar atentos a situaciones de riesgo cercanas al adolescente: muerte de alguno de los progenitores, separación conflictiva de los padres, fracaso escolar continuado, pérdida o presión del grupo de amigos, aislamiento, acoso escolar, abusos o problemas familiares.

¿Cómo afrontar las autolesiones?

Javier Urra (Foto: Mónica González)

Apoyar al adolescente, escucharle y no enfadarse ni juzgarle; hablar con la familia e implicarles en el afrontamiento de la situación; iniciar una terapia psicológica, con la implicación de la familia, y mostrar estrategias para canalizar las emociones son algunas de las herramientas imprescindibles para enfrentarse a estos comportamientos. "Se puede también trabajar desde el punto de vista preventivo, enseñar a los alumnos a gestionar las emociones, pedir ayuda y trabajar en grupo para la resolución de los problemas", añaden los expertos.

Por su parte, Javier Urra, director clínico de Recurra Ginso, asegura que "lo importante no es el yo, es el tú". Ayudar a otros puede convertirse en una terapia: "Muchos chicos si les dices si ayudarían a otros chicos a superar esto, se ponen a ello". Urra concreta que el 70 por ciento de los trastornos mentales "tienen sus razones en la infancia. La idea de que la infancia es siempre feliz no se ajusta a la realidad. Y por otro lado, la gente tiene muchos problemas porque le exige a la vida más de lo que puede dar".

"Lo importante no es el yo, es el tú"

En los últimos años, las redes sociales han ido tomando protagonismo hasta el punto de haber surgido algunos conceptos como la 'autolesión on line'. “Es el medio por el cual se usan determinadas redes e internet como un canal digital para enviar y colgar contenidos autolesivos. Incluyen conductas que provocan un grave peligro para los adolescentes que comparten estos contenidos”, han subrayado los profesionales que han participado en el coloquio.

Pero en el Hospital de Día Retiro Recurra Ginso, la recuperación es un éxito: "El 80 por ciento de los jóvenes que pasan por aquí se recuperan", señala Urra. Una de las herramientas de esta unidad hospitalaria es el desarrollo de un trabajo psicoterapéutico intenso: "Es como una especie de comunidad terapéutica. No solo cuentan los pacientes lo que les pasa, también puede reproducirse en la interacción las dificultades que tienen", cuenta Rosa Martínez, directora médica y psiquiatra del Hospital. "Permite que podamos trabajar con las familias para aportarles recursos de manejo de funcionamiento y sin salir del entorno habitual manteniendo la escolarización", añade.

ATraPA: la personalidad en la adolescencia

María Domínguez, enfermera del Hospital General Universitario Gregorio Marañón en el programa Atrapa (Acciones para el Tratamiento de la Personalidad en la Adolescencia) habló de esta iniciativa que promueve la investigación y tratamiento de la personalidad en la adolescencia.

Este programa está constituido por un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios, que pretenden "promover y reforzar una respuesta eficaz, de forma coordinada con la Red de Salud Mental de la Comunidad de Madrid", a adolescentes con inestabilidad emocional grave y alto riesgo de suicidio como por ejemplo, en los pacientes diagnosticados de trastorno límite de la personalidad. Todos los profesionales cuentan con una amplia especialización y experiencia clínica en la identificación y tratamiento de los trastornos de la personalidad en la adolescencia.

ATraPA promueve la evaluación ambulatoria y diagnóstico; realización de pruebas complementarias, en los casos que se considere necesario para la evaluación o tratamiento; tratamiento ambulatorio intensivo (en coordinación con otros profesionales de la Red de Salud Mental); derivación, coordinación y seguimiento de adolescentes que precisen tratamiento en otros dispositivos de la Red, fundamentalmente Hospitales de Día-Centro Educativo Terapéutico (estancias medias) y Unidad de Adolescentes (UADO) en ingresos breves en unidad de agudos para situaciones de crisis; diseño y realización de acciones específicas de tratamiento para aquellos adolescentes que precisen ingreso en Unidad de Agudos (UADO); apoyo para padres a través de grupos psicoeducativos y fomentar el estudio y la investigación en el área de la inestabilidad emocional grave.

La inclusión de un paciente en el Programa ATraPA se realiza a través de derivación a PRISMA (Programa ATraPA) del psiquiatra del Centro de Salud Mental. La inclusión de un adolescente refuerza el tratamiento de estos adolescentes que por su inestabilidad desbordan, con frecuencia, la intensidad terapéutica de los programas ambulatorios habituales.

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