La actriz estadounidense Sydney Sweeney ha sido uno de los temas de conversación favoritos del verano no por ningún trabajo actoral concreto (aunque su nueva película, 'Eden', ha llegado este fin de semana a EEUU, la recaudación en taquilla no ha sido para echar cohetes), sino por sus últimas campañas de publicidad como la de la firma de vaqueros American Eagle y la polémica desatada.
Pero antes de que la actriz en pantalones vaqueros exaltara a los sectores conservadores y los republicanos se apropiaran de la imagen a toda prisa (comentario de Donald Trump incluido), la actriz de 'Euphoria' ya había generado controversia unos meses antes con otra acción publicitaria más llamativa que unos denim ajustados.
Fue su colaboración con la marca 'Dr. Squatch', donde sacó una edición limitada de pastillas de jabón hechas con restos de su agua de baño; sí, incluían un certificado asegurando que se había empleado agua real en la que se había bañado Sweeney.
Lanzaron 5 mil unidades (a 8 dólares cada una), que se agotaron en cuestión de segundos mientras surgían críticas hacia su mercantilización, dirigida a un público masculino, con evidentes connotaciones fetichistas de posesión íntima de la actriz.
En una entrevista con 'The Wall Street Journal', Sydney Sweeney ha quitado importancia a estas recientes tormentas en el vaso de agua de las redes sociales, reconociendo que "es importante tomar el pulso de lo que dice la gente porque todo se convierte en una conversación con el público" pero señalando que "la mayoría de los comentarios los hacían chicas".
"Pero el agua de baño de Jacob Elordi les encantó", concluye con ironía la actriz, haciendo referencia a su compañero de reparto en 'Euphoria' en una de sus películas más comentadas de los últimos años: 'Saltburn' (2023).
Sydney Sweeney comments on the backlash from her bathwater soap:
“It was mainly the girls making comments about it, which I thought was really interesting. They all loved the idea of Jacob Elordi’s bathwater.”
El filme dirigido por Emerald Fennell incluía una recordada secuencia en la que el personaje de Elordi se masturbaba en la bañera e, inmediatamente después, Barry Keoghan llegaba dispuesto a lamer del fondo los restos del agua con semen antes de que se fueran por el desagüe.
La repercusión de la escena fue palpable y, además de una generosa ración de comentarios y memes, propició la comercialización de unas velas con aroma al agua de baño de Jacob Elordi por parte de Side Hustle Vibes, marca de productos aromáticos acostumbrada a este tipo de artículos (su catálogo incluye velas similares dedicadas a Harry Styles, Drake o Timothée Chalamet) a los que se refiere la intérprete.