Crítica de la obra de teatro 'El monstruo de los jardines': Calderón mitológico

El Teatro de la Comedia, sede de la CNTC, acoge el estreno absoluto de ‘El monstruo de los jardines’, una de las grandes comedias mitológicas de Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), con versión y dirección del laureado Iñaki Rikarte (Supernormales, El desdén con el desdén, Forever…), al frente del siempre entregado elenco de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico.

De la biografía de Calderón, la indiscutible figura del siglo de Oro de la literatura española, contrasta lo impulsivo y mundano de su juventud con lo reflexivo de su madurez, un aspecto que se acentúa al ordenarse sacerdote en 1651.

De su copiosa obra dramática son más que conocidas sus comedias ‘de capa y espada’ (Amor, honor y poder, La dama duende, No hay burlas con el amor…), obras de enredo y de costumbres en las que el amor, el honor y los celos rigen las situaciones, casi siempre equívocas, y las reacciones de los personajes (el galán, la dama, el gracioso, los amigos, los rivales...), y suelen tener un final feliz. Otro gran grupo de obras del genio español son los dramas religiosos, trágicos o de honor, y filosóficos (El príncipe constante, El médico de su honra, El alcalde de Zalamea, La vida es sueño).

El tercero son sus autos sacramentales, piezas en las que se dramatizan conceptos de la teología católica. Escribió unos 80, entre los que sobresalen El gran teatro del mundo (1636) y el Auto de la vida es sueño (1670).

Pero hay también un grupo de comedias mitológicas, como ‘El monstruo de los jardines’, mucho menos conocidas y aún menos representadas que, sin embargo, reúnen lo mejor de las características del teatro cortesano de Calderón: la belleza de sus versos, su espíritu lúdico en que se da cabida a la música, la pintura, la danza y a los disfraces.

‘El monstruo de los jardines’ se inspira en el episodio de Aquiles en Sciros, cuando es escondido por su madre, la ninfa Tetis, en la corte del rey Licomedes, disfrazado de mujer, después de haberlo escondido en una cueva durante quince años (Calderón convierte a Aquiles en su Segismundo), y todo para que no se cumpla la profecía de su muerte en Troya.

A lo largo de la comedia, el espectador asistirá al viaje iniciático del héroe a través de la pasión y los sufrimientos del amor, hasta ver cómo el destino lo transforma en el héroe de Troya.

En héroes, nobles, soldados, músicos, bailarines y cantantes se convierten todos los intérpretes de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico. Espléndido todo el elenco, del que Rikarte (cocinero antes que fraile), ha sabido extraer lo mejor de todos y cada uno de sus componentes: Iñigo Arricibita, Xavi Caudevilla, Cristina García, Ania Hernández, Nora Hernández, Antonio Hernández Fimia, Pascual Laborda ((inolvidable, sorprendente en su papel de Aquiles), Cristina Marín-Miró, Felipe Muñoz, Miriam Queba, María Rasco y Marc Servera.

El director del montaje ha trasladado el conflicto de la guerra de Troya a las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado para que el espectador reconozca mejor el conflicto planteado en la tragedia griega, y ahora sea la razón de estado y no los vaticinios del oráculo de Marte la fuente del conflicto entre griegos y troyanos, personificados en la lucha entre sus héroes respectivos, Ulises y Aquiles.

Con esas premisas ha trabajado todo el equipo artístico. La composición musical y el espacio sonoro, firmados por Luis Miguel Cobo, están atravesados por graciosos guiños a temas amorosos mexicanos o con toques de blues, marchas militares y sonidos de guerra (helicópteros, transmisiones por radiofrecuencia, etc.).

Mónica Boromello, diseñadora de la imponente escenografía, sitúa al fondo unas montañas y en primer plano una plataforma circular móvil (la rueda de la vida, siempre en lucha contra el destino). El vistoso vestuario es de Ikerne Giménez, y la sugerente iluminación es obra de Felipe Ramos.

La obra está impregnada por la energía, la fuerza, la ambición interpretativa, la profesionalidad y la ductilidad de todo el elenco de la Joven CNTC que ha sabido captar muy bien los conceptos que Rikarte ha querido subrayar en su versión y en donde las luchas de intereses de estado muchas veces se contraponen o, incluso, se sobreponen a los deseos de los jóvenes protagonistas de la historia.

En el montaje, desde luego, no hay espacio para el aburrimiento sino todo lo contrario, porque la imaginación, los guiños constantes a las otras artes (cine incluido), la intensidad de la acción y la envoltura de todo ello con la belleza del verso de Calderón, hace de ‘El monstruo de los jardines’, un estupendo colofón a la programación de la temporada de la CNTC.

Ficha técnica de ‘El monstruo de los jardines’

Dirección y versión: Iñaki Rikarte

Reparto (por orden alfabético): Iñigo Arricibita, Xavi Caudevilla, Cristina García, Ania Hernández, Nora Hernández, Antonio Hernández Fimia, Pascual Laborda, Cristina Marín-Miró, Felipe Muñoz, Miriam Queba, María Rasco y Marc Servera

Escenografía: Mónica Boromello

Iluminación: Felipe Ramos

Vestuario: Ikerne Giménez

Asesor de verso: Vicente Fuentes

Composición musical y diseño de sonido: Luis Miguel Cobo

Producción: Compañía Nacional de Teatro Clásico

Teatro de la Comedia, Madrid

Del 5 de abril al 26 de mayo de 2024