Crítica de la obra de teatro 'Yerma': ser madre, sea como sea

Decir Yerma es decir Lorca. Aunque no siempre porque esta ‘Yerma’ es Lorca aparentemente sin Lorca a través de una nueva y singular adaptación y dramaturgia del clásico del poeta y dramaturgo granadino, con un lenguaje escénico que convive con una propuesta artística plástica en directo.

Sí, en esta nueva ‘Yerma’ se aborda el tema de la maternidad frustrada de una reconocida artista plástica en torno a los 40 años, no en un ambiente rural, ni en los años 30 del siglo pasado, sino en cualquier ciudad (Bilbao en este caso), y en nuestros días, cuando ya estamos a punto de cumplir el primer cuarto del siglo XXI. El montaje -intenso, dinámico, también obsesivo-, puede verse ya sólo durante unos días en el madrileño Teatro Fernán Gómez y lo firma La Dramática Errante, nombre de la compañía integrada por Ane Pikaza y María Goiricelaya al abordar nuevas y comprometidas propuestas escénicas: De amor y luz/Maitasunez eta argiz, Uccelli, 7 minutos, Que siempre estamos todos y un cocodrilo en el techo, Play o la reciente Altsasu.

La que hoy nos ocupa, ‘Yerma’, aborda la problemática en la que están inmersas miles de mujeres que, cuando deciden libremente ser madres, se encuentran ya en una edad (entre los 35 y los cuarenta y tantos años), en donde la capacidad reproductiva se merma drásticamente y, en muchos casos, se ven abocadas a seguir una serie de incómodos y estresantes procesos de ayuda a la reproducción que no siempre acaban consiguiendo el objetivo buscado.

Es el caso de una Artista plástica, Ane Pikaza, (espléndida actriz, que llena de energía, vitalidad y angustia a ‘Yerma’), que vive con su pareja, Jon (estupendo también Aitor Borobia), ejecutivo, obsesionado con el trabajo, los viajes de empresa y que deja siempre de lado todo lo relacionado con su mujer. Y, junto a ellos, Unai Izquierdo (Víctor, antiguo novio de la mujer de Jon), Loli Astoreka (simpatiquísima y moderna Madre de la protagonista) y Leire Orbe (que duplica personajes como María, hermana de la artista, y como la Doctora que la acompaña en ese marasmo de técnicas reproductivas en las que está inmersa). Las tres actrices y los dos actores cumplen con mucho más que solvencia sus papeles respectivos y consiguen que el espectador se meta de lleno en una problemática que, por lo demás, posiblemente le sea más que conocida por razones directas o indirectas, de amigos y conocidos.

Y, junto a la directora y al elenco, también hacen posible este atrayente montaje David Alkorta (escenografía e iluminación), Estudio Gheada (visuales), Zabala (música), Ibon Aguirre (espacio sonoro) y Daniel F. Carrasco (vestuario), entre otros.

La maternidad, la fecundidad y la infertilidad de nuestros días, con toda la problemática social, ética y psicológica que conllevan están aquí meridianamente expuestas y, aunque con muchos toques de humor, se plasma también la tragedia que viven muchas mujeres del siglo XXI que, después de haber apostado radicalmente por su desarrollo profesional, de pronto un día escuchan la llamada de la sangre y deciden buscar la maternidad a toda costa, sea como sea. Luego, claro está, vienen la angustia, el estrés, la frustración, la rabia, la culpa, la incomprensión hacia una misma, hacia su entorno y hacia su propio pasado.

No, en esta ‘Yerma ‘, escrita y dirigida por María Goiricelaya, no hay soluciones, no hay tampoco final feliz, sino el planteamiento honesto y desgarrado de una realidad social que tiene a la maternidad como fondo. Y más aún en un país que en 2023 ha tenido el menor número de hijos (algo más de trescientos mil), desde que se inició la serie estadística en 1941 y en donde el envejecimiento de la población condena a España a caminar hacia el modelo japonés. Quizás lo que cada vez sea más urgente es una reconsideración general de los valores que mueven a nuestra sociedad. En ‘Yerma’, desde luego, hay un excelente planteamiento inicial para la reflexión y la discusión profundas y descarnadas. Muy interesante.

‘Yerma’

Autoría y dirección: María Goiricelaya

Reparto: Ane Pikaza, Aitor Borobia, Unai Izquierdo, Loli Astoreka y Leire Orbe

Escenografía e iluminación: David Alkorta

Vestuario: Daniel F. Carrasco

Visuales: Gheada

Música: Zabala

Espacio sonoro: Ibon Aguirre

Producción: Sala BBK

Distribución: Portal 71

Compañía: La Dramática Errante

Teatro Fernán Gómez, Madrid

Hasta el 25 de febrero de 2024