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Imagen de 'Altsasu'
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Imagen de 'Altsasu' (Foto: La Abadía)

Crítica de la obra de teatro 'Altsasu': violencia, diálogo y convivencia

jueves 25 de enero de 2024, 08:07h

Utilizando la técnica del verbatim, la transcripción de documentos judiciales y la ficción de la autora, María Goiricelaya parte del mediático 'caso Alsasua' para componer una pieza de teatro documento que estos días ha saltado a la palestra por motivos extrateatrales. Hablo de 'Altsasu', un montaje que forma parte del proyecto "Cicatrizar", promovido por el Nuevo Teatro Fronterizo de José Sanchis Sinisterra, que permanecerá en el Teatro de la Abadía hasta el próximo día 28.

Vaya por delante que la puesta en escena es sencillamente sobresaliente. Goiricelaya, secundada por un magnífico elenco y equipo artístico, transporta al público de La Abadía al ambiente que se ha vivido y, de otra forma, pero con idénticas consecuencias, sigue viviéndose ahora en lo que la mayor parte de españoles conocemos como el País Vasco pero que allí (una vez más seguimos con la guerra del relato), se conoce como Euskalerría, territorio en el que EH Bildu y sus derivados incluyen también a Navarra y al País Vasco francés.

En ‘Altsasu’ se cuenta el episodio vivido en 2016 en el bar Koxka de Alsasua, por unos jóvenes guardias civiles que, estando con sus novias, fueron primero increpados y posteriormente apaleados por un grupo de radicales sin que mediasen razones inmediatas y concretas para ello. Las consecuencias fueron las condenas que la Audiencia Nacional impuso a los atacantes que, a juicio de la autora y directora del texto, fueron notablemente superiores a otros casos (en la pieza se citan explícitamente…), de naturaleza bien distinta, pero al parecer tratados por los jueces con mayor benevolencia.

Escena de 'Altsasu'Aunque en el texto se trata de exponer las razones de unos y otros para actuar como actuaron, hay cierto escoramiento, condescendencia y comprensión hacia las actitudes de los jóvenes nacionalistas vascos, los condenados, y supongo que esta es, quizás, la causa que ha motivado algunas manifestaciones de Vox a las puertas del teatro madrileño.

Digo esto porque la mañana del miércoles 24, fecha en la que acudí a ver el montaje -después hubo encuentro con el público al que me hubiera encantado poder asistir, pero me era materialmente imposible-, no había ningún tipo de reacción en contra de lo que estaba sucediendo en el teatro. Desde luego, material para la controversia hay suficiente y no seré yo quién por mantener una u otra postura descalifique a nadie. Todo el mundo tiene todo el derecho a manifestarse libre, razonada y pacíficamente sobre cualquier tema que afecte a la convivencia de una parte de los ciudadanos españoles. Sería mucho mejor que fuera sin que medie la violencia (hay demasiados años y muertos encima de la mesa por parte de ETA para que el diálogo y la convivencia puedan brotar de nuevo tras cuatro décadas largas de tensión máxima).

Si hay que poner un pero a la propuesta es la falta de elementos en el contexto, pero aun así puede ser suficiente como punto de partida para un debate más profundo que analice las causas, el cómo y el porqué de haber llegado a la situación en la que estamos.

La otra cara del montaje, su puesta en escena, como ya he avanzado, es sencillamente encomiable. Los cuatro soberbios actores protagonistas, Aitor Borobia, Nagore González, Ane Pikaza y Egoitz Sánchez, se multiplican en varios personajes (guardias civiles, novias, miembros de la cuadrilla de amigos, juez, abogada, fiscales, acusaciones privadas, peritos, padres de los agresores y los agredidos…), en una rueda de cambios precisos, llenos de verdad y de emoción, que trasmiten con verdadera maestría al patio de butacas.

Por otra parte, Eider Ibarrondo e Isabel Acosta, han diseñado una sencilla pero eficacísima escenografía (apenas media docena de taburetes grises que, moviéndolos, conforman los distintos espacios por donde se mueve la acción); Betitxe Saitua ha diseñado el vestuario (según los personajes, sudaderas con capuchas, polos o camisas….); David Alkorta la sugerente e hipnótica iluminación; Adrián García de los Ojos la inspirada, atávica y mitológica música, con claras evocaciones a las raíces vascas, e Ibon Aguirre, el creador del impresionante y preciso espacio sonoro de la pieza.

Si se ha resucitado (obviamente por intereses políticos del gobierno en el poder desde hace un lustro), no sólo el guerracivilismo y hasta al propio dictador Francisco Franco, ochenta y cincuenta años después respectivamente, no es nada extraño tampoco que la violencia vivida en el País Vasco, en Navarra y también en el resto de España como consecuencia de la lucha armada (según unos), o el terrorismo (según otros), levante todo tipo de ampollas. Pero, aun así, hay que dialogar intentando ponerse en el lugar del otro. Piezas como esta, ‘Altsasu’, son o pueden ser un buen punto de partida para ello.

La pieza, una sucesión de escenas casi cinematográficas, combina espacios y personajes a una velocidad lo suficientemente intensa para que el espectador permanezca atento de principio a fin de un montaje verdaderamente interesante y que, como dice Juan Mayorga, el director de La Abadía, se trata de un teatro "que nos ayude a examinar nuestro tiempo y sus contradicciones".

'Altsasu'

Texto y dirección: María Goiricelaya

Reparto: Aitor Borobia, Nagore González, Ane Pikaza y Egoitz Sánchez

Escenografía: Eider ibarrondo e Isabel Acosta

Vestuario: Betitxe Saitua

Diseño de iluminación: David Alkorta

Música: Adrián García de los Ojos

Espacio sonoro: Ibon Aguirre

Producción: La Dramática Errante

Distribución: Portal 71

Con la colaboración de: Gobierno Vasco, SAREA, Sopelako Udala, Arriola Antzokia, Fundación Otxoa de Barandika y el Nuevo Teatro Fronterizo

Teatro de La Abadía, Madrid

Hasta el 28 de enero de 2024

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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