'Fargo' 3x10: El sinsentido de la vida

El final de la misma ha sido de lo mejor de una temporada bastante irregular, la conversación entre Gloria, nuestro héroe, y Varga, el lobo, no ha quedado resuelta, no sabemos si gana el bien o el mal, o si todo eso realmente importa. Creo que al darle la última palabra a Varga (un espléndido David Thewlis) Hawley se está inclinando por la opción de este, pero el hecho de que, después de todo, la visión de Gloria se haya impuesto siempre, por mucha mierda que haya desparramado Varga, las cosas son como son y con que alguien (en este caso ella) las siga viendo tal cual, seguirán siendo así. O dicho de otra forma, como le decía Varga a Emmitt después de su fracasado intento de confesión, "el problema no es que haya maldad en el mundo. El problema es que hay bondad. Porque de otra forma ¿a quién le importaría?".

Gloria ha estado siempre ahí para que importe, para que Varga, por lo menos, tenga que preocuparse. Puede que no sea mucho, pero es algo. En una temporada en la que la alargada sombra de la presidencia de Trump se ha dejado notar, parece que la visión de Hawley es pesimista pero no resignada. Si un mentiroso patológico ocupa el sillón más importante del mundo es que la verdad, tal como la conocíamos hasta ahora, está en peligro. Los Varga de turno pueden imponerse siempre que exista gente como Emmitt Stussy. Alguien capaz de pensar que "una mentira no es una mentira, si piensas que es verdad". Este hombre que no ha tomado casi ninguna decisión en toda la serie está a punto de salir airoso de semejante embrollo a pesar de haber aceptado dos veces que lo que ha hecho está mal y merece un castigo, tanto delante de Gloria como con Nikki. Parece claro que es él, y los que son como él, los que piensa Hawley que son el problema.

Lo malo es que Hawley ha demostrado su visión a costa del desarrollo de personajes, esta tercera temporada ha sido en la que menos perfilado han estado todos, quedándose en esquemáticos. Ha sido difícil encariñarse de ellos, siendo peones para que el creador nos contara su visión de un mundo sin sentido, casi podríamos decir sin justicia, en el que los héroes han necesitado casi de ayuda divina (la aparición de Ray Wise sigue siendo una incógnita) para poder tener pequeños triunfos parciales, mientras que los personajes más amorales, como Varga o la viuda Goldfarb, se han paseado tranquilamente sin mucha oposición.

Muchas cosas siguen sin funcionar ni tener sentido, la aparición de Mr. Wrench, Nikki convertida en un ángel vengador, la terrible estupidez del jefe de Gloria, pero de eso se trataba, de demostrar que, a pesar de que la ficción nos ha acostumbrado a que todo tiene una resolución y A lleva a B, muchas veces eso no ocurre así y la vida no suele tener muchas resoluciones, solo pequeños puntos y aparte. Lo malo es que esta temporada de 'Fargo' ha sido la que menos ha parecido real y más una ficción. Es más, Hawley nos ha planteado muchas veces esta temporada como un cuento, 'Pedro y el lobo', y los cuentos sí que deberían cerrarse de una manera más satisfactoria que la vida. Aquí no hemos tenido mucha posibilidad de ver a personas reales, sino más bien a arquetipos, de ahí que el fondo no haya casado bien con la forma.

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