No es fácil iniciar una vida nueva y “romper con todo” como quiere Alonso,el personaje principal de "Whitehorse, Canadá", un profesor que ha perdido la vocación. Para ello decide marcharse de Madrid a Whitehorse, ciudad canadiense, donde su madre vivió durante algún tiempo. Lo que le contó de su experiencia en aquella ciudad, cuando ella vivía, lo marcó a la hora de querer dar un giro en su vida. En escena aparecen Jaime, su amigo al que conoce desde hace solo dos meses, su madre, su hermana, la directora del centro educativo donde, hasta el momento de su decisión de dejar su plaza, trabaja y una amiga de toda la vida.
Hay encuentros en la realidad, pero cuando es la imaginación el lugar que ampara algunas de las situaciones más determinantes: las del diálogo con la madre y cuando recrea la conversación con todos los personajes de la obra.Se trata de un recurso muy del gusto del autor ecijano y que ya ha empleado en otras de sus obras con un efecto dramático evidente donde se el carácter de cada personaje ante la actitud de Alonso.
Otro aspecto de su estilo es el lenguaje directo y cercano, salpicado de notas de humor que dotan al espectáculo de un anticlímax que relaja la tensión del drama. Como siempre, con un montaje minimalista representado iconográficamente por un conjunto de troncos a lo largo de todo el escenario, que simboliza la búsqueda de la solidez en la vida del protagonista, Jiménez Estepa no deja de sorprendernos indagando en lo más profundo del ser humano.
Un ser que busca y que se pregunta y que nos contagia para que nosotros nos preguntemos. Es Juan Jiménez Estepa, un autor, en definitiva, que crece con cada obra y que ofrece al espectador un desarrollo dramático que llena.
“Whitehorse, Canadá” escrita y dirigida por Juan Jiménez Estepa podrá verse los días 9, 10, 16, 17, 23, 24 de noviembre en la sala Nave 73 de Madrid. Buen trabajo por parte de los actores Carlos Algaba, Eva García-Vacas, Patrick Martino,Teresa Mencía, Elisa Berriozabal de los que destaca su naturalidad y frescura.