Sonia Monroy, de cómo esforzarse tanto por parecer tan boba

Ustedes ya sabrán a estas alturas que Anna Allen es una actriz española, de Gerona para más señas, fue trendic topic porque se descubrió que se había inventado una vida de grandes interpretaciones. La pobre está siendo machacada hasta el infinito y lo que todavía queda.

Ahora se suma a la polémica la simpar Sonia Monroy. Sonia es una chica que ya pasa de los cuarenta pero cuyos estilismos son los propios de alguien que no supere los veinticinco. Es cruel, sí. Pero más cruel es verla hablar. Sonia, en su día gran amiga de otras estupendas actrices de lo absurdo como Malena Gracia, se coló en la red carpet de verdad pero el día anterior a la gala de los Óscar, con un estilismo inenarrable culminado con una bandera española. Todo muy de película cutre. Como días más tarde salió la noticia de la farsa de Anna Allen, Sonia Monroy, que siempre ha tenido un alto concepto de sí misma, atribuye a esta falsa actriz que se ha aprovechado de su fama para subirse al carro.

No me digan que no es gracioso. No va a ser todo en la vida intelectualidad. Las mujeres como Sonia Monroy son muy útiles en una sociedad tan afectada como la nuestra. ¿No creen?