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La carta viral de una madre que explica por qué no secunda la huelga de deberes
(Foto: APACE)

La carta viral de una madre que explica por qué no secunda la huelga de deberes

jueves 10 de noviembre de 2016, 10:32h

El debate sobre la conveniencia de que los niños hagan o no deberes escolares en casa, o si estos son excesivos o no, continúa abierto en la sociedad, especialmentre entre padres y profesores. Los deberes son una herramienta pensada para que los alumnos demuestren si comprenden los contenidos que se enseñan en clase, pero en los últimos años, se ha extendido la idea de que los niños le dedican demasiadas horas a la tarea en casa. Frente a quienes consideran que este tiempo impide a los niños jugar o charlar con la familia u otros niños, hay quienes creen que los deberes son necesarios y no deben ser suprimidos. Los detractores de los deberes han convocado una huelga en los fines de semana de noviembre, mientras una madre de dos hijas ha hecho viral una carta en la que explica por qué no secunda la llamada huelga de deberes.

En su misiva, difundida a través de Facebook, esta madre comienza apelando al "diálogo" para explicar los motivos por los que no comparte la huelga de deberes. "Soy madre de dos hijas en la escuela pública y este mes no secundaré la huelga de los deberes. Vengo de una generación en la que los deberes eran cosa de los niños, no de los padres. Mis padres estaban ahí si quería repasar con ellos, pero si tenía dudas la respuesta era: "se las preguntas mañana al profesor". Jamás de los jamases levantaron un teléfono para preguntar a otros padres qué deberes tenía. Ni siquiera nos planteábamos esa posibilidad", comienza la carta.

"Crecí aprendiendo que si me olvidaba el libro era mi problema, así que más me valía traer todo a casa y apuntar bien las tareas. Hoy en día, como trabajadora autónoma, agradezco que desde pequeña se me inculcara la autonomía, la organización y la responsabilidad, porque me sirven diariamente en mi trabajo. Sobre todo, crecí respetando a los profesores. Ya en la edad adulta descubrí que mis padres no siempre estaban de acuerdo con las decisiones que se tomaban en mi colegio, pero durante la infancia eso nunca se discutió delante de mi. Al profesor había que escucharle y obedecerle, punto. Pertenecía a una línea, la de los mayores, que viajaba bien unida en nuestras cabezas. No había bandos: padres y profesores, profesores y padres: teníamos que respetar a ambos por igual. Hoy en día el respeto ya no va de moda. Van de moda en cambio el conflicto y la polémica. Aceleramos en seguida pero lo hacemos saltando el que siempre ha de ser el primer paso: el diálogo", señala esta madre.

Tras incidir en la idea del respeto y la obediencia a los profesores por encima de todo, esta madre expresa su disposición a dialogar con los profesores sobre aquellas decisiones en las que no esté de acuerdo. "Si considero que mis hijas tienen demasiado deberes pediré una tutoría. O dos, o tres. Intentaré entender, junto con el profesor (esa es la clave), qué está fallando en la hora de clase. Por qué no se consigue avanzar en las horas del cole o por qué es necesaria esa carga semanal. Hablaré con el profesor. Formaré equipo. Porque para mi, lo más importante, es que en la cabeza de mis hijas no haya bandos. Que se sientan protegidas y arropadas por una red de adultos que trabajan juntos en su educación. Que con 8, 9 o 10 años no tenga que decidir si "obedezco a mamá o al profesor". Esa carga emocional me parece que a la larga pesará mucho más que cualquier carga de deberes".

En su carta, la madre reconoce y alaba la labor de los docentes, que deben adaptarse a unos contenidos que apenas pueden ser tratados durante el curso académico por la falta rde tiempo. "Los profesores de la pública son malabaristas. Tienen temarios absurdos y larguísimos a los que están obligados a ceñirse y una media de 25 alumnos por clase en situaciones, a menudo, alucinantes: alumnos que no hablan el castellano necesario para entender ese temario o que se duermen en el aula porque no han comido nada decente desde el día anterior ya que solo comen caliente en el comedor escolar (sí, esto está sucediendo en España)".

"En esta sociedad, llena de Kardashians, gran hermanos y demás horrores, prefiero que los modelos de mis hijas sean sus profesores. Trabajadores de verdad, personas que han llegado a enseñar en las aulas tras años de estudio y oposiciones. Sin pelotazos, con esfuerzo. Así, que personalmente, este mes, estaré como siempre a disposición de los profesores de mis hijas. Con deberes o sin deberes. Ellos saben mucho mejor que yo lo que necesitan mis hijas para progresar, y yo les estoy más que agradecida por ello", concluye la carta.

Lea la carta íntegra en Facebook en este enlace

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